Hace algunas semanas -y luego de más de tres años de investigación- la Oficina Australiana de Seguridad y Transportes (ATSB) publicó un informe respecto a la búsqueda del vuelo MH370 de Malaysia Airlines.

En el documento, la organización especificó: “Es casi inconcebible y ciertamente inaceptable para la sociedad (…) que un avión comercial grande se extravíe y que el mundo no sepa que fue de él y de las personas a bordo”.

Sin embargo, todo indica que nunca podremos saber con certeza qué fue lo que realmente ocurrió con la nave, la que despegó el 8 de marzo de 2014 desde Kuala Lumpur, con destino Beijing. A bordo iban 239 personas, de los cuales nunca se pudo encontrar ningún cuerpo.

Pero aunque este trágico hecho es considerado por algunos como “el mayor misterio de la historia de la aviación”, han ocurrido otros incidentes aéreos en los que hasta el día de hoy han dejado alguna pregunta sin responder.

1- Amelia Earhart (1937)

Eran los años 30 cuando Amelia Earhart se erigía como una de las figuras femeninas más destacada de la aviación.

En junio de 1937 se lanzó en la arriesgada aventura de dar la vuelta al mundo en un biplano. Partió desde Miami rumbo a Puerto Rico, y posteriormente haría escalas en Venezuela, África, Pakistán, India, Birmania, Tailandia y Singapur, entre otras.

Todo iba de acuerdo al plan hasta que finalmente la aeronave desapareció misteriosamente sobre el Océano Pacífico sin dejar ningún rastro. La información oficial determinó que el avión se estrelló en el mar.

No obstante, hace unos meses surgió una nueva teoría respecto a su paradero: los expertos piensan que el avión podría haber aterrizado en una isla del archipiélago de Kiribati, situada en la zona central oeste del Pacífico, al noreste de Australia, en donde habría fallecido por hambre.

Amelia Earhart | Mistery Planet
Amelia Earhart | Mistery Planet

2- El insólito robo de un Boeing 727 en Luanda (2003)

Fue el 25 de mayo de 2003 cuando desconocidos robaron nada menos que un Boeing 727 desde el aeropuerto Quatro de Fevererio de Luanda, capital de Angola.

Aquel día, el mecánico y piloto de avionetas Ben Charles Padilla y su ayudante John Mikel Mutantu, junto a un equipo de mecánicos angoleños se encontraban realizando reparaciones en la nave.

A eso de las 17:00 horas, Padilla y Mutantu encendieron los motores del avión y lo sacaron del hangar aunque sólo para probarlo en la pista, ya que ninguno de los dos tenía la acreditación de piloto.

Precisamente fue aquí cuando ocurrió lo impensado: por alguna razón, el avión despegó sin ninguna autorización, y voló en dirección al suroeste sobre el Atlántico, aunque con rumbo desconocido.

Desde entonces, nunca más se supo de aquel Boeing. Algunos creen que fue secuestrado por terroristas o narcotraficantes, quienes habrían asesinado a Padilla y Mutantu para así transportar armas o drogas.

En tanto, según recoge el periódico ABC, una de las teorías respecto a lo que ocurrió con el avión apunta a que posiblemente se haya estrellado en el mar o en el desierto debido a la poca experiencia de quien haya estado en los controles.

3- Cessna 172 se pierde en Isla Mocha (2013)

El domingo 6 de octubre de 2013 un monomotor despegó a las 14:35 horas desde el aeródromo Punta El Saco de isla Mocha, hacia el aeródromo Lequecahue de Tirúa, un trayecto de 36 kilómetros que no debió demorar más de 15 minutos.

Sin embargo, por razones que aún no están del todo claras, el avión se estrelló.

Un año después del incidente, un informe final de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) concluyó que el piloto despegó con sobrepeso y probablemente con menos combustible del recomendado.

Solange Garrido (C)
Solange Garrido (C)

De acuerdo al documento de 54 páginas, “la aeronave despegó con sobrepeso, con su centro de gravedad desplazado hacia atrás, lo que habría afectado el control de la aeronave, al no tener recorrido en su caña para controlar la tendencia de nariz arriba del avión. Esta situación podría haber influido en el control de la aeronave durante el planeo, en una eventual falla de los sistemas durante el vuelo”.

En tanto, el documento agregó que el piloto despegó con cuatro pasajeros, excediendo en uno la cantidad de personas que podía llevar a bordo. Ningún cuerpo pudo ser encontrado.

4- Piloto suicida (1999)

El 31 de octubre de 1999 despegó el vuelo 990 de EgyptAir desde Los Ángeles, Estados Unidos, rumbo a El Cairo, Egipto, con 203 pasajeros a bordo.

Cuarenta minutos después de hacer una escala en Nueva York, la nave se estrelló en el Atlántico. No hubo ningún sobreviviente.

Las investigaciones no lograron comprobar alguna falla mecánica, por lo que todo apuntó a un suicidio del piloto, el egipcio Gamil al Batuti.

Según publicó en aquel año el periódico español El País, la información extraída de las dos cajas negras encontradas indicó que el al Batuti, quien en aquel momento permanecía como piloto de reserva, se hizo cargo de los mandos, pronunció una plegaria en árabe y desconectó el piloto automático.

Esto llevó al avión a descender vertiginosamente hacia el mar. No obstante, esta versión fue refutada por las autoridades egipcias, las que indicaron que el hombre no tenía antecedentes depresivos.

Lo más extraño del caso, es que a pesar de que se hallaron los restos de la nave, ningún cuerpo pudo ser encontrado.

5- Teniente Bello (1914)

Probablemente este sea uno de los casos más emblemáticos de aviones desaparecidos, al punto que dio origen a la frase: “más perdido que el teniente Bello”.

Todo se remonta a 1914, cuando el teniente Primero Alejandro Bello Silva -de entonces 27 años- comenzó su preparación para rendir el examen Piloto Militar.

Junto al teniente Ponce, Bello debía sobrevolar los sectores ubicados en aeródromo de Lo Espejo, Culitrin y Cartagena.

Luego de sobrevolar el sur del río Maipo, ambos se encontraron envueltos en una espesa neblina que les impedía ver lo que había a su alrededor, lo que los obligó a regresar a la base.

Según lo que declaró Ponce posteriormente, a las 18:20 del 9 de marzo (1914) vio que Bello regresaba al aeródromo.

Fotografía del Teniente Bello publicada en la revista Pacífico Magazine (CC) Wikimedia Commons
Fotografía del Teniente Bello publicada en la revista Pacífico Magazine (CC) Wikimedia Commons

“Creí que las nubes estaban muy altas, pues nosotros navegábamos más o menos a 1900 metros y pensé hacer lo que supuse haría el teniente Bello, bajar para continuar el camino bajo las nubes. Al teniente Bello lo perdí de vista y en la imposibilidad de continuar tomé rumbo directamente al O. el viento que soplaba me derivó hasta muy cerca de Angostura que reconocí por estar muy cerca de ella”, indicó.

Tras aterrizar, Ponce pensaba que Bello ya había llegado. Sin embargo nunca arribó, y hasta el día de hoy no se sabe qué fue lo que pasó con él.

A pesar que la búsqueda oficial concluyó el 19 de marzo de aquel año, diversas expediciones intentaron hallar los restos, aunque ninguna tuvo resultados positivos.