Corey Maison tenía sólo 11 años cuando asumió que ya no quería ser más un hombre: quería ser una chica. Sin embargo, tenía miedo de no ser aceptada por su familia… en especial sus padres. “Quería hacer que mis padres estuvieran orgullosos de quién era, pero pensé que no les gustaría”, dijo Corey. Lo que no imaginaba es que su mamá, Erica, estaba pasando por el mismo problema de identidad.
Fue así como Corey decidió armarse de valor y hablarle a sus padres de su identidad, quienes la recibieron con amor y le ayudaron a transitar de género. Cuatro años después de ese momento, su madre decidió hablar de lo que le ocurría con sus hijos y marido, y explicarles que ya no quería ser una mujer.
De esta forma, Erica empezó una transición a Eric, inspirado por la fortaleza de su hija. “Odiaba ser una mujer”, explica, según confirma el portal de entretención BoredPanda.
Tras un año de duros momentos frente a su familia, terapia con testosterona y una doble mastectomía, la madre (ahora padre) de Corey puede enfrentarse a la vida con su verdadera identidad, y dejar atrás el pasado que lo martirizó por años. “El primer sentimiento fue alivio, el segundo, terror”, dice y agrega: “Siempre odié estar embarazada”, recuerda Eric, quien ama su nuevo aspecto.
“Temía por lo que traería mi futuro, por lo que iba a ser el resto de mi vida”, admite el hombre transgénero. “Tengo 5 hermosos hijos, un marido increíble y una vida sorprendente”, reconoce.
Ambos aparecieron en un programa llamado “Gender Revolution” (Revolución del género), en donde lograron mostrar su caso en televisión y a todas las personas.
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