El pequeño Dylan Askin (actualmente 5) se convirtió en uno de los casos clínicos más especiales en Reino Unido, luego que milagrosamente despertara de un coma inducido el mismo día que iba a ser desconectado por sus padres en el hospital.

El pequeño estaba aquejado de un cáncer de pulmón llamado Histiocitosis pulmonar de células Langerhans, el cual llena el sistema respiratorio de quistes. Esta enfermedad afecta a un niño por cada 1 millón en todo el mundo.

Corría el año 2016, los padres de Dylan habían decidido bautizarlo en Viernes Santo, en su cama, para luego desconectar las máquinas y esperar su desenlace fatal, sin embargo, el pequeño dejó a todos sorprendidos y al borde del llanto luego de abrir sus ojos justo antes que se llevara a cabo esta acción.

Tras un año el niño logró vencer a la enfermedad y comenzar a hacer una vida totalmente normal, asistía al jardín infantil a jugar con otros chicos, su cuerpo se desarrollaba de acuerdo a parámetros normales y sus pulmones volvían a funcionar correctamente.

Su madre, Kerry Askin, indicó al diario inglés DailyMail que la situación era muy complicada, ya que el cuerpo de su hijo no reaccionaba ante ningún impulso externo. Ella misma consideró el hecho como un “milagro de semana santa”.

“Los aparatos conectados a Dylan estaban al máximo. Y él seguía sufriendo. Los médicos nos dijeron que no iba a volver a casa y toda su familia fue el Viernes Santo a despedirse. Hasta su hermano mayor, Bryce”, relató.

La mujer agregó que no se considera una persona religiosa, pero hasta el día de hoy no encuentra una explicación que no sea denominar el hecho como un acto divino.

“No soy una persona muy religiosa, pero en este caso supe que se trataba de un milagro de Pascuas. Cuando le conté lo que había pasado a mi hijo mayor, él me dijo: ‘Es como Jesús’, porque era lo que además estaba aprendiendo en la escuela en ese momento”, comentó.

Cabe señalar que la imagen de Dylan Askin se convirtió en símbolo de la fundación Clic Sargent, la cual constantemente realiza campañas para ayudar a niños que sufren de cáncer en Inglaterra.