El mono capuchino que acaparó la atención mediática de México tras escapar de una casa y permanecer escondido en árboles de la capital, fue capturado con menos peso porque -al parecer- los transeúntes lo alimentaron con comida chatarra, informó este miércoles el zoo de la ciudad.

Después de ser atrapado el martes con un dardo adormecedor en el exclusivo barrio de Lomas Altas, el primate se encuentra en cuarentena en el Zoológico de Chapultepec de la capital.

El mono capuchino de la especie Garganta Blanca “está en exámenes clínicos para poder migrarlo a una dieta nutritiva que no sea galletitas comerciales o tortas de tamal (una especie de sandwich hecho con pan blanco con masa de maíz)”, dijo este miércoles a la agencia de noticias AFP Claudia Levy, directora del Zoológico.

En el momento de su captura, el primate estaba “sucio, con parásitos externos, y una lesión en un colmillo”, reportó la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente.

Durante unas tres semanas el primate estuvo expuesto a los altos niveles de contaminación de la poblada capital de México y al uso desmedido de bocinas de vehículos.

En el operativo para encontrarlo, la fiscalía del medio ambiente distribuyó volantes invitando a reportar su avistamiento, mientras que en redes sociales se volvía objeto de chistes y bromas que lo ubicaban en el segundo lugar en los sondeos sobre las elecciones presidenciales del próximo 1 de julio.

Levy cree que se escapó de una casa, aunque hasta el momento nadie ha reclamado al exótico animal de origen sudamericano, “muy acostumbrado al trato con humanos”, por lo que es delicado meterlo a una jaula con otro de su propia especie.

En el Zoológico de Chapultepec solo hay otro capuchino de Garganta Blanca, ya viejo, pero las autoridades aún no han decidido cual será el destino final del mono recién capturado.