Antonhy Botta, estudiante de 25 años oriundo de Bruselas, quiso aprovechar su último año en la universidad haciendo un largo viaje por Europa. Su cometido lo llevó a cabo usando Tinder en cada ciudad donde llegaba, sin gastar un solo Euro en alojamiento.

Botta estuvo dos meses recorriendo 20 ciudades en dicho continente, quedándose en hogares de mujeres con las que había hecho “match” en la aplicación. Conoció otras ciudades de Bélgica, Holanda, Alemania, Austria, Eslovaquia, Hungría, República Checa y Polonia.

El belga denominó este concepto como “TinderSurfing” (surfeo en Tinder), donde tras conocer una chica en la red social le pedía alojamiento en su hogar por una noche, explicando que andaba viajando y eso no significaba ningún tipo de relación entre ambos.

“Los ahorros que hice durante un tiempo ayudaron a trasladarme entre cada ciudad, pero mi idea era no pagar hoteles y que las jóvenes que conociera a través de Tinder me ayudaran en eso. No buscaba relaciones ni ligar, sólo alojamiento” explicó al diario inglés Independent.

¿Cómo funciona esta modalidad?

El muchacho indicó que antes de emigrar a otra ciudad acudía a la aplicación y buscaba conectar con chicas que vivieran por la zona, utilizando la opción de localización. Así la herramienta le permitía ganar tiempo antes de llegar a destino.

Botta admitió que buscaba que la mujer con que hablara fuera bonita y le gustara. “Tampoco podía ser demasiado exigente con la chica que conectaba, porque la idea era encontrar un lugar donde pasar la noche” afirmó.

La idea era ser muy esforzado para encontrar un alojamiento adecuado en cada ciudad que visitaba o por lo menos que estuviera cerca. “Cuando quise visitar Viena fui directo a Bratislava (ubicada a una hora) y comencé el proceso de surfeo”, explicó.

El joven agregó que tuvo que ser muy eficiente dentro de su viaje, por lo cual sus conversaciones en la aplicación muchas veces fueron directas y precisas, sin dar tiempo para conocer a la otra persona como es la costumbre.

“Entonces comencé con una nueva forma, utilicé una manera rápida y efectiva para romper el hielo usando la frase: Eres mi primer Match en esta ciudad. Tras esto les enviaba un video que tengo en mi canal de Youtube seguido de la frase: ¿Quiéres ser mi anfitriona?” detalló.

Las mayoría de las respuestas que recibió fueron negativas, como “excelente, pero eso no es para mi” o “te deseo buena suerte con tu viaje”. También recibió insultos e incluso hubo mujeres que cancelaron el Match. Por otro lado, hubo otras que aceptaron la propuesta.

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Buenas y malas experiencias en cada ciudad

Botta comentó que tuvo vivencias positivas y negativas durante el viaje, pero que todas le dejaron mucho significado tras su vuelta a Bruselas.

“En Munich me quedé donde una mujer que vivía en una verdadera mansión. El lugar tenía piscina, sauna, jacuzzi e incluso su propio gimnasio. Ella vivía en la misma calle que muchos jugadores del Bayern Munich” contó.

Otra buena vivencia fue en la ciudad de Colonia. “Ella era perfecta, inteligente, linda y muy lista. Por un momento pensé en detener mi viaje y pasar los dos meses con ella, pero la aventura estaba recién empezando y debía continuar” relató.

El belga reconoció que en ocasiones tuvo relaciones con quienes lo hospedaron, pero aclaró que no fue algo que buscara de antemano, “simplemente fue algo que se dio en el momento, a veces hay química y otras no”.

Cabe señalar que el estudiante actualmente está trabajando en Bruselas y se prepara para una nueva aventura viajando con Tinder, esta vez los destinos serían Nueva Zelanda o América.