La palta, aguacate, cura, avocado o abacate es un árbol con fruto comestible que pertenece a la familia Lauraceae, una de las más antiguas entre las plantas con flores.

Según se puede extraer del sitio del Gobierno Mexicano, Biodiversidad, en esta familia se incluyen alrededor de 3 mil especies principalmente arbóreas de regiones tropicales y subtropicales.

“Antes que los humanos gozáramos de los aguacates, fueron un fruto preferido de los grandes mamíferos de la Edad de Hielo”, incluye el texto del mismo portal.

Su nombre proviene del náhuatl ahuacatl, que significa “testículos de árbol”. Crece hasta 20 metros de altura, pero generalmente en los cultivos se mantiene de menos de cinco metros.

Pero lo anterior, parece ser una parte más de un puzzle que el Museo Americano de Historia Natural está armando, ya que hace unos días lanzaron por redes sociales una curiosa información.

“La próxima vez que comas guacamole (palta), agradece a un perezoso gigante de tierra: ¡el Lestodonte! Estos animales de 15 pies (4 metros y medio) comieron aguacate entero, viajaron y luego defecaron, depositando los cuescos por lugares nuevos. La mayoría de los mamíferos no podían con las semillas grandes, por lo que la megafauna tenía que dispersar (¡y fertilizar!) los aguacates”, dice la publicación.

Según el Museo Nacional de Antropología y el de Historia Nacional del gobierno de Uruguay, el Lestodonte fue un gigantesco mamífero fósil también llamado “perezoso gigante”, ya que está emparentado con los actuales perezosos arborícolas de la selva amazónica.

El Lestodonte era terrestre, herbívoro y caminaba en cuatro patas pero también podía pararse y caminar sobre sus patas traseras. Estaba provisto de grandes garras en manos y pies y los primeros dientes estaban convertidos en poderosos colmillos similares a los de un jabalí.

Según el mismo portal, la especie pudo haber alcanzado una masa de 3 toneladas y se extinguió hace unos 10.000 años.