Un chino, identificado como Zeng, cometió un terrible asesinato en 2005 cuando peleaba con el tío de su esposa por 36 mil pesos (500 yuanes). En aquel entonces, el criminal decidió matarlo para quedarse con el dinero y luego se fugó para que la policía no pudiese atraparlo.

Es así cómo el asesino cambió su nombre -no de forma legal- a Wang Gui y sobrevivió mendigando, hasta que llegó a una ciudad 700 kilómetros al norte, en donde no fue hallado hasta 12 años más tarde, cuenta el portal de noticias Global Times. Sin embargo, no fueron sus habilidades como “mochilero” los que le ayudaron a escapar realmente, sino que, desde el asesinato, decidió no hablar nunca más y hacerse pasar por una persona muda.

Una vez en su nueva ciudad, el hombre encontró trabajo, se casó nuevamente e incluso tuvo un hijo, comenzando su vida “desde cero”. No obstante, la policía comenzó a sospechar del chino puesto que no tenía documentos de identidad, lo que lo llevó a ser detenido a principios de este año.

Con objetivo de descubrir la identidad del arrestado, la policía le tomó muestras de sangre para una prueba de ADN en octubre de este año y, recientemente, descubrieron que su identidad genética coincidía con la de los padres de un asesino buscado hace más de 12 años.

Ya descubierta su identidad, a Zeng no le quedó más opción que confesar su delito; sin embargo, cuando intentó a hablar, no le salió la voz: con tantos años de silencio el chino había quedado totalmente mudo.

Es así cómo el hombre se declaró culpable por escrito ante el juzgado de la provincia de Anhui. Cuando fue consultado sobre por qué había decidido callar por tantos años, este contestó -también por escrito-: “Cuanto menos digo, menos posibilidades tengo de cometer un error”.