Cuando la boyband “One Direction” canta “intento gritar a todo pulmón” en su balada “Moments”, no esperaba que alguien se lo tomara tan literal.

Una niña de 16 años debió ser llevada de urgencia luego de gritar con mucha fuerza durante todo el concierto al que asistió, hasta que comenzó a sentir la falta de aliento.

Al día siguiente este síntoma no había desaparecido, así que fue ahí cuando decidió ir al hospital, pero los médicos no pensaron que su condición era demasiado grave.

J. Mack Slaughter Jr., residente en medicina de esa unidad en el Centro Médico sudoeste, afirmó que sus pulmones sonaban normales al respirar, pero luego notaron algo extraño cuando presionaron su piel, alrededor del pecho y cuello de la niña, y sonó como si molieran cereales.

“Este es un signo llamado “crepitus”, que ocurre cuando el aire penetra en el tejido blando debajo de la piel. Cuando presionas hacia abajo, puedes escuchar un sonido chasquido”, explicó el profesional.

Agregó que “fue un hallazgo realmente sorprendente”, y que fue una señal inmediata de que algo andaba mal: una radiografía de tórax reveló que la niña tenía aire en lugares donde no debería, incluido el espacio alrededor de su corazón, entre los pulmones y las paredes de su pecho, y en el espacio detrás de la parte posterior de su garganta.

Cuando el aire penetra en el espacio entre los pulmones y las paredes del tórax, la condición se llama neumotórax o un pulmón colapsado, pero en el caso de la niña, fue muy leve, consignó el sitio especializado en ciencia, Live Science.

¿Qué fue lo que le ocurrió?

Los médicos dedujeron que los gritos apasionados de la niña habían forzado al aire a salir del tracto respiratorio y hacia estas otras cavidades. Pero surgió otra pregunta: ¿a través de qué parte del tracto respiratorio salió el aire?

Para encontrar el punto de escape, la niña recibió una TAC o escáner, pero los médicos no encontraron nada. Una posibilidad podría ser que tuviera un pequeño agujero en algún lugar a lo largo del tramo que se abre sólo si se aplica suficiente fuerza, por ejemplo, por gritos muy intensos, pero luego se cierra de nuevo.

La niña también tenía diabetes tipo 1, lo que puede poner a las personas en riesgo de que el aire escape del tracto respiratorio a otras cavidades corporales, dijo Slaughter Jr. Esto podría suceder si los niveles de azúcar en la sangre de una persona son demasiado altos, llevando al cuerpo a producir compuestos ácidos llamados cetonas.

Pero los médicos analizaron la sangre de la niña y descubrieron que no estaba experimentando esta condición, dijo Slaughter Jr. En última instancia, los médicos no pudieron determinar exactamente qué causó que el aire escapara del tracto respiratorio de la niña.

La niña permaneció en el hospital durante la noche y recibió oxígeno, según el informe. Al día siguiente, su condición no había empeorado, y se le permitió ir a casa. La paciente se recuperó por completo, según el informe publicado en el Diario Médico de Emergencias.