Aceptar. Aceptar. Aceptar. Eso es lo que generalmente hacemos, sin saber realmente a lo que estamos accediendo. Y es que en el mundo de las tecnologías, los humanos nos hemos acostumbrado a obtenerlo todo de forma rápida.

Una de las formas de acceder a la comunicación digital de forma instantánea es a través del internet, y si no hay datos móviles, la única forma de poder entrar es mediante las redes disponibles de Wi-Fi.

Así fue como surgieron diversas empresas que aseguran dar internet de calidad a cualquier aparato sólo con un par de clicks, aunque hay algunas condiciones.

En Reino Unido, el proveedor de Wi-Fi público Purple, realizó un curioso experimento social, poniendo dentro de los términos un artículo en el que les exigía a las personas mil horas de trabajo comunitario en las que, entre otras acciones, debían limpiar WC de baños químicos en festivales, a cambio de una conexión a internet.

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Además, según consignó el medio digital Mashable, se especificaba que los internautas tenían que retirar las heces de animales de los parques, dar abrazos a perros y gatos callejeros, desatascar desagües, despegar chicles del suelo e, incluso, pintar conchas de caracoles.

Tal como lo decía el artículo: “El usuario puede ser requerido, a discreción de Purple, para llevar a cabo 1.000 horas de servicio comunitario. Esto puede incluir lo siguiente. Limpieza de los parques locales de desechos animales. Proporcionar abrazos a perros y gatos callejeros. Aliviar manualmente los bloqueos de las alcantarillas. Limpieza de lavabos portátiles en festivales y eventos locales. Pintar conchas de caracol para alegrar su existencia. Raspar chicle de las calles”.

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Y claro, como varias exigencias de los ‘contratos online‘, esto era parte de la ‘letra chica’, por lo que 22 mil personas accedieron a hacerlo sin darse cuenta. Hasta que alguien lo hizo.

Fue un usuario que entró a leer los extraños “términos y condiciones” y dio aviso. Sólo ahí se detuvo la prueba..

Desde Purple aseguraron que no obligarán a los clientes a realizar las tareas, aunque hayan aceptado de forma voluntaria. Asimismo, manifestaron que el único objetivo de este experimento era poner al tanto a la población de la nueva Ley de Protección de Datos que, en ese país, entrará en vigencia a partir de mayo de 2018.

“Los usuarios de Wi-Fi tienen que leer los términos cuando se registran para acceder a la red”. dijo el director ejecutivo de la empresa, Gavin Wheeldon. “¿Con qué están de acuerdo, cuántos datos comparten y qué licencia están dando a los proveedores?”, finalizó

De acuerdo a la eventual norma, las empresas que soliciten datos personales para estudios del comercio, deberán tener un “consentimiento”. Algo que, sin pensarlo, podemos entregar.