Sin duda los spinners han sido el juguete de moda esta temporada a nivel mundial. En caso de que vivan en un búnker, se trata de esas curiosas cositas de 3 extremos redondeados con un eje central desde el cual se pueden girar. ¿Para qué sirven? Bueno, algunos dicen que para bajar el estrés, otros para hacer complejas maniobras manuales pero fuera de ello, esencialmente, para nada.

Aún así, se venden como pan caliente. Tan caliente, que incluso algunos de ellos están comenzando a explotar.

Ya se han reportado 2 casos esta semana en Estados Unidos, específicamente en los estados de Michigan y Alabama. Claro que no eran spinners cualquiera. Ansiosos de extender la fiebre del dispositivo y no conforme con ponerle luces en sus extremos (evidentemente para que no choquen los aviones con ellos), comenzaron a llegar embarques de spinners dotados de un pequeño parlante con conexión inalámbrica Bluetooth, para que puedas escuchar “Despacito” mientras juegas con él.

Por desgracia los controles de calidad de estos artículos parecen haber sido realizados por el departamento de baterías de Samsung, ya que en el caso de ambas familias, los spinners prendieron en llamas.

Según señaló a la cadena WBRC, Kimberly Allums, de la localidad de Gardendale en Alabama, repentinamente escuchó a su hijo gritar y, tras subir a su habitación, vio al juguete inflamado y despidiendo humo. Por fortuna lograron tomarlo antes de que este provocara un incendio, y lanzarlo a un lavaplatos, donde, literalmente, lo ahogaron.

“El spinner se había estado cargando menos de 45 minutos cuando comenzó a inflamarse. Nosotros estábamos por salir de casa ese día, así que sólo gracias a Dios nos retrasamos lo suficiente para percatarnos. Creo que la gente debe tener mucho cuidado con estas cosas, sobre todo los padres que se han puesto en contacto conmigo, preocupados de que sus hijos tienen el mismo tipo de spinner“, indicó Allums.

Similar fue la situación que afectó a Michelle Carr, de Fenton, en Michigan, quien usó un típico cable USB para dejar cargando por 30 minutos su dispositivo, sólo para encontrarlo en llamas sobre su escritorio.

“Usé el mismo cable que utilizo para cargar el monitor de sonidos de mi bebé y a la media hora estaba ahí, incendiándose”, declaró a la estación 25 News de la cadena MSNBC.

Algo preocupante es que, en ambos casos, los spinners no traían instructivos de uso ni tampoco una marca o dirección de un fabricante responsable. Sólo decían “Hecho en China”, como -probablemente- el 99.9% de los spinners.

En tanto, la Consumer Product Safety Commission (una especie de Sernac de Estados Unidos, pero que sí funciona) anunció que investigaría ambos incidentes y determinaría el origen de los juguetes denunciados.