La Bóveda Global de Semillas de Svalbard, también conocida como Bóveda del fin del mundo o del Juicio Final, es una instalación subterránea que contiene miles de semillas de casi todas las especies de cultivo existentes en el mundo.

Fue creada en 2008 en Noruega, y se ubica en la isla de Svalbard, a 1.300 kilómetros del Círculo Polar Ártico.

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Su objetivo es preservar las semillas para futuras generaciones, en caso de que ocurra una catástrofe tan grande que amenace a la especie humana. Por lo mismo, se supone que la estructura debería resistir tragedias como terremotos, inundaciones, erupciones volcánicas y otras.

No obstante, parece que la bóveda no estaba tan bien protegida contra… el cambio climático.

El Gobierno de Noruega, dueño de la instalación, anunció que se filtró agua en la bóveda, debido a que los hielos eternos están comenzado a derretirse aceleradamente en las cercanías, por el aumento de las temperaturas.

Las semillas están a salvo, pues el agua se filtró sólo en los túneles de entrada en la bóveda, pero esta ha encendido las alertas respecto al riesgo que el calentamiento global representa para el recinto.

“Mucha agua entró al inicio del túnel y después se congeló, así que cuando entramos, lucía como un glaciar”, explicó Hege Njaa Aschim, de gobierno noruego, al periódico inglés The Guardian.

Para evitar que incidentes como éste vuelvan a ocurrir a futuro, es que está haciéndose una remodelación a la bóveda.

Entre las modificaciones que se están aplicando se incluye remover equipos eléctricos que estaban localizados en el túnel, para eliminar esa fuente de calor, e instalar bombas para remover agua en caso de inundaciones.

Asimismo, están construyendo una capa a prueba de agua en el túnel de entrada que llega hasta el fondo de la montaña, y excavando zanjas en la montaña, para redirigir el agua de deshielos y lluvia lejos de la entrada a la bóveda.

Ahora, la interrogante que queda es si esto será suficiente para proteger el lugar de los futuros deshielos, que de seguro ocurrirán.