En 2009 se estrenó la comedia romántica Confessions of a Shopaholic, cinta en la que una joven periodista debe lidiar con su adicción a las compras y su nuevo trabajo como columnista dando consejos para ahorrar. El filme popularizó un problema que pocos conocían hasta ese minuto, aunque le quitó la seriedad que merece el tema.

Lejos de lo que se mostró en la película, la adicción a las compras es un problema muy serio donde las personas adquieren cosas que no necesitan de forma irresponsable, llevándolos incluso a acumular deudas que no pueden pagar.

Esto, a su vez, es muy peligroso pues los pacientes terminan odiándose a sí mismos por ser débiles e incapaces de controlarse.

Además, no son pocos los casos que existen en el mundo, pues según datos entregados por el Hospital Universitario de Bellvitge en Barcelona, entre un 6 y un 7% de la población general en todos los países desarrollados sufre trastorno de compra compulsiva.

De hecho, su presencia se ha extendido tanto en la sociedad que ya se ubica junto a otras adicciones como alcoholismo y drogas.

Confesiones de una compradora compulsiva | Touchstone Pictures
Confesiones de una compradora compulsiva | Touchstone Pictures

Para comprender este trastorno, lo primero que hay que saber es que su verdadero nombre es Oniomania, y está vinculada al trastorno obsesivo compulsivo y a la falta de control de impulsos.

Según el portal Psychology today, la oniomania suele afectar principalmente a las mujeres y sus síntomas comienzan a aparecer pasado los 18 años. Expertos también aseguran que uno de los rasgos comunes entre estos pacientes, es la presencia de síntomas depresivos y ansiosos.

¿Cómo identificar a un comprador compulsivo?

Probablemente muchos de los que están leyendo este artículo piensan que padecen este problema, sin embargo, hay una gran diferencia entre quienes disfrutan comprando ocasionalmente, y uno compulsivo.

Según el diario español El Mundo, una persona normal pasa por cuatro etapas antes de comprar algo: la primera es alerta (donde vemos el producto); la segunda es recolectar información, la tercera es la evaluación del producto (se compara precios y se piensa si realmente lo necesita); y la cuarta es la compra.

La persona con esta patología de compra compulsiva, pasa directamente de la primera fase a la cuarta. Lo ve y lo compra. Aquí la primera fase sería por tanto, una alerta de urgencia”, explicó Susana Jiménez, responsable de la Unidad de Juego Patológico y otras Adicciones Comportamentales de Hospital Universitario de Bellvitge en Barcelona.

Confesiones de una compradora compulsiva | Touchstone Pictures
Confesiones de una compradora compulsiva | Touchstone Pictures

Una persona que padece oniomania pasa gran parte del tiempo pensando cuándo irá de compras, pero lo curioso es que cuando lo hacen sienten un enorme sentimiento de culpa y vergüenza (especialmente cuando supera su capacidad de pago), por lo que esconde sus nuevos productos o miente respecto a ellos.

Por lo general, los compradores compulsivos sienten un fuerte golpe de adrenalina y euforia cuando hacen una transacción, algo similar a lo que sienten los apostadores. Por lo mismo, sus “caídas” suelen ocurrir cuando se sienten depresivos, enojados, solos y con baja autoestima.

Este comportamiento también tiene una explicación biológica, pues durante el proceso de compra un área del cerebro llamado núcleo de accumbens se llena con dopamina (neurotranmisor vinculado a la motivación, el placer y el deseo), efecto que también genera el uso de cocaína o el sexo. “Pero el ambiente agradable no dura”, explicó al portal Lorrin Koran, psiquiatra en Palo Alto, California.

Según la profesional, una vez que se sale de la tienda todas esas emociones se desploman y el estado de angustia anterior no sólo regresa sino que empeora debido al sentimiento de culpa y vergüenza. Esto se refleja en el hecho que en la mayoría de los casos no abren o usan los productos adquiridos.

7 señales que tienes problemas con las compras

1. Tienes productos en tu closet sin abrir o con la etiqueta.

2. A menudo compras cosas que no necesitas o que no planeaste.

3. Una pelea o frustración termina en una compra.

4. Te emocionas al realizar una compra.

5. Las compras son seguidas por remordimientos y sensación de culpa.

6. Escondes tus compras.

7. Sientes ansiedad el día que no compras.

Puedes salir de esto

Aunque se puede salir del problema, no es fácil pues a diferencia de la drogadicción y el alcoholismo, en la oniomania no se puede dejar completamente el vicio, pues es imposible no volver a comprar algo.

Por ello, los especialistas trabajan en enseñar a controlar los impulsos de los compradores y revelar lo que hay detrás de cada compra. “Cuánto más creas que la felicidad viene de la riqueza material, es más probable que entres en depresión, estrés y ansiedad“, señaló el psicólogo Paul Wachtel en su libro de 1983 ‘The Poverty of Affluence.

HIMYM | CBS
HIMYM | CBS

6 preguntas

En su libro Buy or Not to Buy: Why We Overshop and How to Stop (Comprar o no comprar: por qué sobrecompramos y cómo nos detenemos), la doctora April Lane Bensona propone seis preguntas para responder por escrito antes de realizar una transacción.

Según ella si el ejercicio se realiza a conciencia, podría evitarse la compra, pues se crea un espacio entre el impulso y la acción, lo que ayuda a una persona a tomar una decisión consciente.

Responde antes de pagar

1 ¿Por qué estoy aquí?
2. ¿Cómo me siento?
3. ¿Necesito esto?
4. ¿Y si espero?
5. ¿Cómo lo pagaré?
6. ¿Donde lo pondré o cuando lo usaré?

 Confesiones de una compradora compulsiva
Confesiones de una compradora compulsiva