Un suceso impensado, de gag cómico, sucedió en Amsterdam. Milan Schipper, un estudiante holandés que planeaba días de descanso, compró un baratísimo ticket de avión a Sydney creyendo que ahí encontraría playas y atardeceres soleados. En su mente, creía que se trataba de Sydney, Australia, pero al momento de aterrizar, se encontró con la sorpresa de que se trataba de Sydney, Canadá.

Según detalla CBC, todo comenzó a raíz de una oferta que ofrecía la aerolínea Air Canada. Al momento del aterrizaje, el muchacho se encontró con las frías temperaturas canadienses, panorama nada más lejano que su anhelo playero.

Una vez en Norteamérica, Air Canada no dejó a la deriva a su pasajero. Rápidamente lo ayudó a encontrar un pasaje de regreso a Amsterdam. Y es que Schipper viajó con equipaje ligero y ropa de verano, sin ninguno de los elementos necesarios para afrontar una tormenta de nieve, el paisaje hostil que sí encontró en su lugar de destino.

El joven Schipper | CBC
El joven Schipper | CBC

Al joven de 18 años no le extrañó que su avión hiciera escala en Toronto, tampoco lo que vio al momento de hacer la conexión. “El avión era muy pequeño y pensé que llegaría a Australia”, dijo.

Esta historia encuentra símiles en otros casos de viajes fallidos. En 2002, una joven pareja británica también confundió a Sydney, lo mismo que un abuelo holandés que viajó a ver a su hijo en 2010 y también terminó allí.

El padre de Schipper fue el encargado de ir a buscar a su hijo al aeropuerto de Amsterdam cuando el mal rato había acabado: “Se rió muchísimo”, contó el inexperto viajero.