En una semana, Fernando Blanco pasó de considerarse un padre heroico en España que recaudaba dinero para salvar a su hija enferma, a un presunto estafador detenido por destinar parte de los donativos, 918.000 euros (más de 600 millones de pesos chilenos), a gastos personales.

El padre pasó este viernes a disposición del juez, que decidió finalmente decretar su ingreso provisional en prisión.

La familia los recaudó bajo el pretexto de financiar el tratamiento de su hija Nadia, enferma de tricotiodistrofia, una enfermedad genética rara sin tratamiento posible, pero se gastó casi 600.000 euros en otros fines, afirmó este viernes la policía.

Hace sólo una semana, la historia de Nadia, de once años, y la lucha desde hacía ocho años de sus padres para encontrar un remedio a su enfermedad habían emocionado al país y despertado una ola de solidaridad.

Fernando había aparecido en numerosos medios de comunicación para recaudar los 140.000 euros que supuestamente costaba una operación pionera que podía salvar la vida de su hija en un hospital de Houston (Estados Unidos).

El País
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La historia que contaba era épica: aunque los médicos le habían dicho que su hija moriría, él no se resignó. Viajó por medio mundo, contactó con los mejores especialistas e incluso con un eminente genetista que vivía en una cueva en Afganistán.

Pero el pasado fin de semana dos periódicos, El País e Hipertextual, desmontaron su historia.

No había pruebas de sus viajes, el hospital de Houston no existía, el presunto tratamiento innovador tampoco y el gran especialista en genética que lo había ideado, un tal Edward Brown, no aparecía en ningún registro.

El lunes, un juez de Cataluña, donde reside la familia, abrió una investigación por presunta estafa y el miércoles la policía detuvo al padre después de que se saltara un control policial cerca de la frontera con Francia.

El País
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En el momento de la detención llevaba 1.450 euros en efectivo, dos relojes, varios dispositivos electrónicos y una pistola de fogueo.

Pocas horas después detenían a la madre, una española de 44 años que fue puesta en libertad posteriormente para hacerse cargo de la niña, y registraron la vivienda familiar en un pequeño pueblo montañoso.

En su interior encontraron una treintena de relojes de lujo valorados en 50.000 euros, tres tabletas electrónicas, tres móviles de alta gama y marihuana, informó este viernes la policía.