Disney convirtió a La Bella Durmiente en una de las princesas más populares de la faz de la tierra. Su historia fue convertida en película en 1959 y luego contada desde otro punto de vista en Maléfica de 2014 con Angelina Jolie.

Sin embargo, la compañía tomó la dulce versión escrita por Charles Perrault, donde una princesa recién nacida llamada Aurora era maldecida por una hada celosa. El conjuro pronosticaba que a la edad de 16 años, la niña se pincharía un dedo con una rueca antigua y caería en un profundo sueño del cual sólo despertaría con un beso de amor verdadero.

El tiempo pasó y la maldición se cumplió tal como se había predicho. Sin embargo, por esas cosas de los cuentos de hadas, un joven príncipe la encuentra y se enamora de ella a primera vista. Por supuesto, la atracción le hace darle un beso, el cual despierta a la joven princesa.

La bella durmiente
La bella durmiente

Esa historia ha acompañado la infancia de cientos de niños de todas las generaciones, pero lo que pocos saben es que Perrault se inspiró en la historia autor mucho más oscuro y cuya versión no es para nada apta para niños.

En 1635, Un italiano llamado Giambattista Basile publicó una serie de cuentos, entre los que se encontraba uno titulado Talia, la Luna y el Sol. Según consigna el diario electrónico The Huffington Post, la historia contaba la vida de una joven princesa que había sido envenenada por una astilla envenenada y quedado inconsciente.

Sus padres al creerla muerta y sumidos en el dolor, dejaron el castillo y con el cuerpo de Talia en él. Los años pasaron y el lugar fue sucumbiendo al tiempo, pero la joven seguía inconsciente.

Maléfica
Maléfica

Un día un rey de otro reino llegó hasta el castillo y allí encontró a la hermosa Talia, a quien también dio por muerta. El hombre “sació” sus deseos con ella y la violó en reiteradas ocasiones.

Tras terminar su crimen, volvió a su hogar dejado a la joven en el mismo lecho donde la encontró. El hombre volvió a su palacio junto a su esposa e hijos, pero nunca imaginó lo que vendría.

sleping-beuty
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Nueve meses después, Talia dio a luz a mellizos, Luna y Sol, aunque no se sabe quién les puso aquel nombre.

Los bebés nacieron solos y sin ayuda, pero como la naturaleza humana busca aferrarse a cualquier posibilidad de supervivencia, cuando quisieron mamar, los pequeños mordieron el dedo de Talia, sacando la astilla envenenada, lo que despertó a su madre.

Según lo relata la revista Playground, a los pocos meses el rey regresa al Castillo de la princesa para volver a abusar de ella, pero se encuentra con la joven despierta y con sus dos niños.

Decidió hacerse cargo de ellos, poco a poco se enamoraron y comenzaron una relación, a pesar de él ser un violador.

Cuando la esposa del rey se entera del affaire, decide mandar a capturar a los niños. Para ello, le escribe una carta a Talia haciéndose pasar por el rey y le pide que envíe a los pequeños a su reino.

Allí, la mujer planea matarlos, cocinarlos y dárselos de comer al moncarca, sin embargo, el cocinero sintió pena por ellos, los salvó y los llevó a su propia casa para que su esposa los cuidara. A cambio, sirvió cordero esa noche, mientras la Reina no paraba decir “come tu propia carne”.

Maléfica
Maléfica

Posteriormente también mandó a llamar a Talia de la misma forma, pero esta vez, su plan era quemarla en la hoguera, pero nada eso ocurrió ya que el Rey se enteró de los planes de su esposa e impidió que su querida Talia fuera quemada.

Para pagar por sus crímenes, el rey condenó a la reina a morir en la hoguera junto a todos quienes la ayudaron. Finalmente, el Rey y la princesa se casaron y vivieron felices.

Gracias a nuestros sagaces usuarios, puedes leer el cuento completo aquí.