¿Te has fijado que cuando pospones el despertador, vuelve a sonar después de 9 minutos? ¿Por qué no 10? La verdad es que no hay solo una explicación, pero todo tiene que ver con el funcionamiento del reloj.

Según el sitio español Verne, el botón de snooze se agregó a los relojes en los años 50 y para configurar el engranaje solo habían dos opciones: que el molesto sonido se volviera a activar pasados los 9 minutos o pasados los 10.

De acuerdo a Verne la hipótesis es que se prefirieron los 9 minutos debido a que luego de los 10 se entra a la etapa de sueño más profundo por lo que habrían menos probabilidades de despertar si posponemos la alarma.

Otra de las razones supone que esta función sería más fácil de “vender” ya que no significaría un impedimento y las personas podrían levantarse de igual forma a la hora que corresponde y llegar puntuales al lugar de destino.

Sea cual sea la verdadera explicación, la revista Pacific Standard, no recomienda utilizar el botón Snooze ya que de esta forma solo tenemos “pequeños arranques en los que intentamos dormir e intentamos despertar, pero no conseguimos hacer ninguna de las dos cosas”.