Un menor de 10 años, que se ha convertido en el niño más gordo del mundo, ha sido puesto a dieta por parte de sus padres quienes temen por su vida.

Se trata de Arya Permana, originario de Java Occidental, Indonesia, que con sus 192 kg ha debido retirarse de la escuela porque no puede caminar.

Según consignó el periódico australiano The Daily Telegraph, Arya se alimentaba con cinco comidas al día, las que consistían en arroz, pescado, carne, sopas de vegetales y Tempeh, un pastel hecho a partir de la fermentación de la soja que es suficiente para alimentar a dos hombres de peso normal.

The Daily Telegraph

Su enorme talla ha dificultado enormemente la tarea de sus padres para encontrar ropa que sea adecuada. “Mi hijo está creciendo a un ritmo demasiado rápido, y tengo miedo que pueda morir”, comentó su madre Rokayah Somantri, de 35 años, según el citado medio.

“No sé de qué otra forma puedo impedir que siga subiendo de peso si no es dándole menos comida”, agregó la angustiada mujer.

“Siempre está cansado y se queja por sus problemas para respirar. Él sólo come y duerme, y cuando no está haciendo eso, se mete a la bañera y se queda ahí por horas. No hay otro dolor como lo que es ver a tu propio hijo sufrir. No puede ir a estudiar ya que le es imposible caminar, y necesita de mi ayuda todo el tiempo”, aseveró.

The Daily Telegraph

Arya, quien es hijo de Rokayah y de un granjero, nació con un peso normal de 3.2 kg. Pero cuando cumplió dos años, el niño ya había engordado más de lo normal.

No obstante, sus padres no se mostraron preocupados en una primera instancia ya que pensaron que esto era un indicio de que estaba saludable.

“Pero fue sólo algunos años después que comenzó a hincharse y que su peso comenzó a subir sin control, cuando nos dimos cuenta que estaba sufriendo de un desorden y que necesitaba de atención médica”, expresaron.

The Daily Telegraph

El niño fue llevado a varios médicos en su ciudad, pero sorprendentemente los profesionales no encontraron nada anormal.

“No tengo el dinero suficiente para saciar su voraz apetito. Tuve que pedir prestado para que pueda comer. Por supuesto, no puedo mantenerlo hambriento”, sostuvo Ade Somantri, su papá.

“Estoy exhausto y no puedo costear hospitales más caros. Pero espero poder ver a mi hijo perfectamente normal algún día”, aseveró.

Los desesperados padres han puesto a dieta al niño en base a arroz café con la esperanza de que permita controlar su peso.

“No estoy seguro si ayudará, pero es lo único que se me ocurrió para impedir que continúe engordando”, precisó.

The Daily Telegraph