Ésta debe ser la pregunta más temidas en las entrevistas de trabajo. Pues si reúnes todas las competencias que la empresa busca, esta respuesta puede ser decisiva a la hora de elegirte o descartarte para el puesto.

“¿Cuál es tu mayor debilidad?” es una interrogante difícil de responder, y por lo mismo muchos optan por “confesar” un falso defecto que en realidad suena como a virtud: “Soy perfeccionista” o “presto demasiada atención a los detalles” son frases que repiten a menudo los postulantes, pero que en realidad no les ayudan.

El reclutador de personal Adam Grant escribió en un artículo en LinkedIn donde señaló que en su labor de entrevistador ha escuchado innumerables veces las mismas respuestas. “Cuando le pido a los candidatos que nombren sus mayores debilidades, por lo general responden con fortalezas disfrazadas como ‘trabajo demasiado duro’ o ‘soy demasiado perfeccionista’“, afirmó, enfatizando que es fundamental que seamos sinceros.

“Ésta es una de las preguntas que a la gente le cuesta más trabajo responder. La respuesta le dice al entrevistador mucho acerca de tu carácter, por lo que sin duda tiene un gran peso”, explicó la coach, escritora y conferencista Amanda Abella, a la revista especializada Forbes.

Por otro lado, el fundador y editor del blog de consejos de carrera Jobacle.com, Andrew G. Rosen, coincidió con lo anterior, señalando que esta “es una pregunta obligada para los entrevistadores”, que muchos ven como una “trampa”, pero en realidad no lo es.

energepic.com (CC) Pexels
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“Una aparentemente inocente pregunta que tiene el potencial de exponer rápidamente un gran defecto. Es el Ave María de la entrevista, un último intento desesperado para sacarte de balance. Sin embargo, con un poco de planificación, la mayoría de los entrevistados pueden neutralizar fácilmente esta pregunta; incluso utilizarla para su propio beneficio”, indicó el experto.

Dylan Schweitzer, director de adquisición de talento de grupo para Enterprise Rent-A-Car, señaló al respecto que “los entrevistadores que preguntan acerca de las debilidades en las entrevistas están en busca de ejemplos de cómo una persona enfrentó sus obstáculos en el pasado”.

“Todos los empleados tienen defectos, pero cómo lidiaron con el fracaso y han dado pasos para solucionarlos son indicadores de cómo van a manejar la crítica constructiva en el futuro. Los entrevistadores preguntan acerca de las debilidades y fracasos porque la resistencia es un conjunto de habilidades críticas que los empleados deben tener. Como gerente, esperas dar una crítica constructiva a tus empleados y la capacidad de una persona para recibirla y mejorar es importante al momento de elegir a ti equipo”, complementó.

Por otro lado Abella destacó que no debemos temerle a esta interrogante porque tanto los empleadores como los reclutadores saben que nadie es perfecto, pero quieren saber a quién están contratando. “Quieren saber que no eres vanidoso y estás consciente de que uno comete errores. La confianza es buena, pero hay una línea muy fina entre la confianza y la vanidad”, afirmó, por lo que no es recomendable decir que no recuerdas algún defecto tuyo o que no tienes, o peor aún salir con que eres “perfeccionista”.

Startup Stock Photos (CC) Pexels
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“Si tu debilidad es tener un mal carácter, puedes resultar una persona con la cual es difícil trabajar. Sin embargo, si una debilidad es algo así como ‘A veces me presiono demasiado para tener éxito, pero he trabajado en eso’, entonces no suena tan mal”, aconsejó Abella.

Rosen señaló, por su parte, que esta pregunta parece “tonta”, pero en realidad no lo es. “Es una especie de pregunta tonta y el entrevistador tiene la esperanza de sorprenderte con la guardia baja, cuando no tienes una respuesta preparada para llevarte a la lona. Esperan que reveles algo que no querías o no esperabas”, planteó.

Así lo demostró un estudio de Academy of Management Journal, donde se indicaba que los entrevistadores suelen inclinarse por aquellos postulantes que son honestos y expresan con claridad quiénes son, en lugar de quienes están desesperados por dar una buena imagen. De hecho, el sondeo mostró que prefieren a alguien que reconozca que las críticas lo amargan a aquel que dice ser “demasiado exigente consigo mismo”. Decir una falsa cualidad “es menos efectivo porque es menos sutil y menos transparente”, expresa la investigación.

6 consejos para responder bien

1. Identifica tus debilidades antes de la entrevista

La coach Penélope Trunk dice que si no conoces tus debilidades puedes responder alguna prueba de personalidad con anterioridad a la entrevista y pensar en qué decir de acuerdo a esos resultados.

“Todo el mundo tiene fortalezas específicas y debilidades específicas. Es bastante seguro que si no tienes claras tus debilidades, entonces tampoco tienes claros tus puntos fuertes, y tu valor en la oficina será cuestionable”, expresa.

2. La honestidad es clave

“No des una respuesta mentirosa. Decir algo como, ‘Le doy demasiada atención a los detalles’ es en realidad una respuesta terrible para alguien que está siendo contratado precisamente para prestar atención a los detalles. Significa que tienes un déficit en el área a la que aspiras. La mejor respuesta a la pregunta es la respuesta veraz, porque es muy poco probable que seas contratado por tu mayor debilidad”, expresa Trunk.

3. Explica cómo has lidiado o estás lidiando con esa debilidad

“Es mejor que estés preparado para compartir un ejemplo de un fracaso anterior o debilidad que hayas convertido con éxito en una fortaleza. No hables de áreas de oportunidad en la que aún estés trabajando y todavía no has solucionado”, señala Schweitzer.

El especialista pone como ejemplo que si dices que antes solías llegar tarde, pero ya no, probablemente tu respuesta no tenga mucho valor. “El ejemplo de los retrasos necesita tener detrás una historia de cómo un director, mentor o miembro de la familia habló contigo sobre cómo la puntualidad te afecta como una marca personal y desde entonces llegas temprano a todas las reuniones”, explicó.

4. Prepárate, pero no memorices con exactitud la respuesta

Si bien es importante pensar en tus defectos y saber qué vas a responder, no es una buena idea memorizar la respuesta, ya que sonará poco auténtico y puede contradecir algo que menciones sin darte cuenta durante la entrevista.

5. Menciona debilidades que se relacionen con el trabajo

“Siempre asegúrate de que son apropiadas para los negocios. Las debilidades personales están bien a veces, pero lo que estos chicos realmente están buscando son tus debilidades en el lugar de trabajo y cómo las has superado”, indica Abella.

“Claro, todo el mundo tiene algunos dramas personales, pero las empresas quieren asegurarse de que no afectarán tu trabajo si te contratan. Además, se considera completamente inadecuado llevar el drama personal al mundo de los negocios”, añade.

6. Olvídate del “soy perfeccionista” o “trabajo demasiado”

Schweitzer afirma que las respuestas comunes tipo “Soy un perfeccionista”, “me fijo demasiado en los detalles” ó “Trabajo tanto que no me relajo”, te restan varios puntos inmediatamente porque saben que preparaste lo que ibas a decir y que no eres honesto.

“Si no te están entrevistando para ocupar un puesto en el que debes ser detallista no es una debilidad creíble. Y si estás siendo contratado para el trabajo a detalle, ser un perfeccionista te hará lento y molesto”, dice Trunk

“Los reclutadores emplean saben que la gente comete errores, y quieren saber cómo has manejado los tuyos. Ser consciente de tus debilidades es una buena señal y muestra que sabes dónde están tus límites y no eres un caso más de arrogancia”, manifiesta Abella.