Los parche curita son el utensilio sanitario más común y accesible de todos. Se puede adquirir fácilmente y su precio es considerablemente bajo, motivo por el que gran parte de las personas tiene más de alguno “escondido” entre sus pertenencias.

No obstante, a pesar que muchos suelen usarlo, la verdad es que probablemente no lo hagan de forma óptima, sacando el mayor provecho de la tira adhesiva.

Para demostrar lo anterior, el usuario japonés Pozuyo, caracterizado en Twitter por compartir sus dibujos, realizó un pequeño “tutorial” infográfico enseñando la forma de usar una de estas vendas de la forma más cómoda para el usuario.

En el dibujo, Ponzuyo explica que se debe usar una tijera para cortar ambas alas del parche curita de forma que estás puedas cruzarse entre sí al pegarlas a la piel, brindando comodidad a quien las usa.

¿En qué casos sirve usar parche curita?

Si bien su uso es bastante común, ¿en qué casos sirve realmente? Estos adhesivos fueron inventados por el norteamericano Earle Dickison en 1917, empleado de los laboratorios Johnson & Johnson, luego de percatarse que su esposa se cortaba las manos accidentalmente cuando trabajaba en la cocina.

Y fue diseñado justamente para los casos de pequeños cortes en los que el roce le provocara dolor a la persona herida. De esta forma, evita que el corte toque directamente a otros objetos.

Otro caso en el que realmente sirven estos parches adhesivos es cuando se producen raspones por caídas, golpes u otras situaciones.

El sitio argentino Curitas explica que “el parche protege el área lastimada de la fricción, bacterias y contaminación al absorber los líquidos propios de la herida, creando las condiciones ideales para que pueda sanar sin que nada la interrumpa”.