Ya debes saber que lavar las sábanas frecuentemente resulta fundamental ya que en ellas se acumulan bacterias, ácaros, piel muerta, materia fecal, moho y pelos.

Según el sitio español El País, no deberíamos dejar pasar más de una semana sin lavarlas e idealmente lo debemos hacer con agua a una temperatura de 60°C, ya que si lo hacemos a sólo a 30°C, eliminaremos el 60% de estas criaturas y, lo que es peor, algunas quedarán impregnadas en la lavadora.

Así como resulta importante lavar las sábanas, es fundamental que lavemos y cambiemos las fundas de las almohadas ya que en ella también se concentra una gran cantidad de maquillaje, sudor, saliva y células muertas que potencian el cultivo de bacterias y ácaros.

Según un estudio de la Universidad de Kingston (Inglaterra) las fundas de nuestras almohadas y cojines, albergan hasta 1.5 millones de insectos.

“Los ácaros del polvo se alimentan de escamas de piel humana” explica el dóctor Stephen Pretlove, por lo que si permanecemos en una cama en donde ni las sábanas ni las fundas no han sido lavadas, estaremos más propensos a contraer estos insectos que son la fuente principal de alérgenos, causantes de la secreción nasal, rinitis e incluso de problemas mayores como el asma.

Según el mismo especialista una de las posibles soluciones para liberar nuestra cama de estos microorganismos, además de lavar con frecuencia la ropa, es dejar todo el día la cama sin hacer para eliminar la humedad, ya que de esta forma los ácaros se deshidratan y finalmente mueren.