Los restaurantes y cafés son lugares recurrentes para los malos modales. No falta el comensal que pide con malas formas los servicios del mozo, ni el que no saluda cuando llega ni se despide cuando parte. En España, la dueña de un restaurante se cansó de las malas costumbres de sus clientes y decidió innovar para generar un cambio.

Tal como cuenta el sitio web español Verne del diario El País, Marisel Valencia Madrid, dueña del Blau Grifeu de Llançà (Girona), cansada de las faltas de respeto, decidió concienciar sobre los beneficios de ser cordial y respetuoso con el otro. ¿Qué hizo? Se transformó en una promotora de la “buena onda”.

Marisel instaló en su restaurante un cartel con el lema “Un poquito de simpatía no hace daño a nadie”.

La idea original no es suya. Se le ocurrió hablando un día con un cliente cordial en el Blau Grifeu. Él le habló de un local en París que había osado colgar un cartel donde especificaban que un café tenía tres precios distintos según la educación del cliente (el cual se puede ver abajo).

Entonces Marisel estableció una tarifa:”Un café”, cinco euros; “un café, por favor”, tres euros; “buenos días, un café por favor”, 1,30 euros. Este último es el precio normal de este local, pero la medida trajo un superávit de otra índole.

El cartel de Blau Grifeu que promueve los buenos modales
Verne

La gente ahora dice, ‘por favor, un café (…) Hasta escucho a los niños decir: ‘Papi, pide las cosas por favor’“, contó a Verne Marisel, quien vio cómo sus clientes, de un momento a otro, cambiaron radicalmente sus hábitos.

A continuación, otros ejemplos de dueños de restaurantes que quisieron promover los buenos modales.