Que la obesidad es un problema que afecta a un gran porcentaje de la población no es un secreto, sin embargo, ya no sólo es asociada a humanos. Tanto gatos como perros están sufriendo cada vez más de este padecimiento el que se asocia a que existe una alta tendencia a humanizar a nuestras mascotas, tratarlas como niños, vestirlos, disfrazarlos y que adquieran el mismo estilo de vida de su dueño.

Esta tendencia, que se entiende como una exageración de la tenencia responsable puede producir diferentes comportamientos anormales y patologías en las mascotas, entre ellas, cambios en la conducta, ya sea hacia la agresividad o la ansiedad, perder sus instintos animales naturales, la obesidad, entre otras.

“Un alto porcentaje de dueños de perros pequeños, por ejemplo, saca a pasear a sus mascotas en brazos y esto no les permiten hacer el ejercicio correspondiente. Tienen miedo de que peleen con otros animales y les impiden desarrollar sus instintos animales. Los dueños se concentran en darles amor, pero suelen pasar por alto sus necesidades de animales. En todo momento debemos recordar que un gato o perros son mascotas, por lo tanto deben respetar su propia especie”, comenta Francisca Montero, Médico Veterinario de Royal Canin.

Un estudio de Royal Canin Alemania demostró que los animales “humanizados” tienen mayor tendencia a la obesidad ya que reciben más alimento y golosinas y son menos activos. La obesidad es una enfermedad que suele ser causada por un exceso de calorías que el animal ingiere pero no logra un gasto energético suficiente. Uno de los factores que llaman la atención sobre la tendencia a obesidad y que no son tratadas es que sólo tres de cada diez dueños reconocen la obesidad en sus mascotas.

“Una mascota que es obesa puede también desarrollar enfermedades pulmonares y cardiovasculares, ya que el exceso de peso fuerza el sistema circulatorio y genera un aumento de trabajo cardiaco. De la misma forma, los efectos físicos de cargar con un exceso de peso favorecen a la poca tolerancia al calor y al ejercicio, al desarrollo de artritis, de problemas locomotores y trastornos articulares”, indica Francisca Montero.

¿Cómo ayudarlos a bajar de peso?

Para solucionar la obesidad de nuestras mascotas es necesaria la inquebrantable participación del propietario, entregar un alimento formulado para la pérdida de peso, seguir al pie de la letra las indicaciones del veterinario en cuanto a porciones de alimento y aumentar el ejercicio diario, el que se puede fortalecer con juguetes interactivos.

Los alimentos para perder peso deben contar con determinadas características, como poseer un alto grado de proteínas de alta calidad, además de un bajo aporte energético, por lo que tienen un nivel de grasa más bajo, que es la principal fuente de energía, y se les añade L-carnitina, que ayuda a quemar las grasas.

Este tipo de alimentos además debe tener una óptima palatabilidad, especialmente porque las mascotas obesas están acostumbradas a tomar todo tipo de alimentos como golosinas, alimentos altos en grasas y con exceso de sal que les pueden hacer daño, por lo que se les debe proporcionar saciedad a la hora de comer.

Francisca Montero entrega algunas recomendaciones para mascotas:

– Su mascota debe seguir una dieta especial. Si tiene hambre y pide comida sin cesar no coma en su presencia, distráigalo y llévelo a otra habitación cuando usted esté comiendo o cuando esté cocinando.

Reemplace el regalo de golosinas con un paseo, una caricia o cualquier otro signo de alimentación.

Si tiene más de una mascota en casa y sólo uno debe estar a dieta debe separarlos a la hora de comer. Puede alimentar a uno primero y luego al otro, o hacerlo en habitaciones o espacios separados.