Hay muchos adjetivos para describir a los gatos: adorables, independientes, altaneros y…. graciosos. Es por estas características que muchas personas gastan horas frente a la pantalla mirando videos de felinos en situaciones particulares y, a veces, embarazosas.

Uno de los “boom” dentro de estos videos virales –además de los gatos asustados por pepinos– son las compilaciones de mininos que se “les congela el cerebro” al beber helado.

Como si de alguna extraña falla “de fábrica” se tratara, los gatos realizan insólitas muecas al probar este producto, ya sea de crema o sólo esté fabricado con colorante y agua, lo que desata risas en sus dueños y en los cibernautas. Pero, ¿por qué les ocurre?

Al igual que los humanos, consumir un producto helado con demasiada rapidez les provoca molestias. Si bien los humanos sienten un malestar en la frente, a ellos se les manifiesta de una forma más “dramática”.

Gaspar Romo, médico veterinario especialista en etología clínica y presidente de la Asociación de Etología Clínica Veterinaria de Chile (ASECVECH), explica que las vías neurales no difieren de manera significativa entre los gatos y los humanos, motivo que llevaría a ambos seres a sufrir incomodidad al consumir muy rápido un producto demasiado helado.

Romo aclara que este fenómeno se llama popularmente brain freeze (en inglés), aunque su nombre técnico es ganglioneuralgia esfenopalatina.

“Lo que ocurre es que, al entrar en contacto con un producto muy helado, los vasos sanguíneos de la garganta se contraen rápidamente, lo que tiende a arrastrar levemente los tejidos vecinos, incluyendo los nervios, situación que es interpretada como una incomodidad o como una sensación dolorosa”, detalla el experto.

Gato -CC-
Gato -CC-

La segunda explicación que propone el experto es un poco más grave, puesto que significaría un verdadero fastidio para los felinos. “Los gatos pueden reaccionar así producto del dolor generado por la sensibilidad dental que experimentan aquellos que sufren de enfermedad periodontal, lo que no es infrecuente”, detalla.

Enfermedad periodontal

Según el sitio especializado en medicina animal VetStreet, la mayoría de los gatos mayores de 3 años tienen esta enfermedad. Esta consiste en una inflamación progresiva de las estructuras de soporte que rodean los dientes (encías) y es la causa principal de la pérdida prematura de dientes.

Algunos de los signos de esta enfermedad son: mal aliento, enrojecimiento o sangrado de las encías, babeo, dificultad para masticar y dientes sueltos o faltantes.

Esta se trata con antibióticos y otros procedimientos dentales, incluyendo la extracción de los dientes. La única forma de evitarla es con limpiezas dentales veterinarias periódicas.

En contexto de lo anterior, Gaspar Romo no recomienda intentar darle helado a los gatos, más aún si es para grabarlo y mofarse de él. “No es algo que sea aconsejable realizar poniendo siempre como meta respetar el bienestar de nuestros gatos”, explica y destaca que es incómodo y/o doloroso para el felino.

¿Pueden comer helados los gatos?

Es casi una asociación inconsciente del humano pensar que los gatos deben tomar leche. Así se ha mostrado en las caricaturas donde los felinos parecen “volverse locos” al verla.

No obstante, el veterinario explica que, al igual que muchas personas adultas, los gatos tienen una capacidad limitada para digerir la lactosa presente en la leche (o en los helados, en este caso). “Esto genera que, al pasar intacta al intestino grueso, esta molécula arrastra agua y termina generando diarrea”, advierte.

Gato (CC)
Gato (CC)

En este contexto, Gaspar aprovecha de nombrar otros alimentos que no se recomiendan en la alimentación “gatuna”: El ajo, la cebolla y el cebollín, ya que pueden generar anemia en los gatos. También hay que evitar consumo de uvas, pasas, chocolate y productos ricos en azúcar de manera sostenida en el tiempo y algunos líquidos están prohibidos como el té, café y alcohol; entre varias otras cosas.

Finalmente, el etólogo revela que no sólo a los gatos se “les congela el cerebro” al comer helado: a los perros también les ocurre, pero -a diferencia de los gatos estos suelen sujetarse la cabeza entre sus patas o arrastrarla por el suelo.

Por favor, no intentes darle helado a tu gato después de leer esta nota, ya que como leíste, les hace daño.