Las boas tienen un apetito voraz que sacian comiendo roedores de todos los tamaños, sin importar si están vivos o muertos. Esta serpiente se caracteriza por matar a su víctima por constricción (apretándola hasta la muerte) y cuando no encuentra ratones, puede consumir anfibios o mamíferos.

A pesar de ser considerada una gran amenaza para muchos animales pequeños, las boas no siempre consiguen el éxito al momento de intentar alimentarse.

Así le sucedió a un ejemplar de Brasil que intentó comer un puercoespín sin éxito. En el video, se muestra cómo la serpiente tiene una serie de espinas clavadas en su cuerpo, las que evidentemente le proporcionan un profundo dolor.

Si bien se desconoce si el animal estaba vivo o muerto al momento de querer ser devorado por la boa, no caben dudas que, cuando fue enrollado y apretado por la serpiente, ésta se llevó la peor parte.

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