En Roma, Italia, existe hace años el cementerio Casa Rosa, uno muy particular por el tipo de huéspedes que alberga y por la licencia que utiliza para su funcionamiento: se trata del “único cementerio de mascotas con licencia municipal” del mundo.
Su dueño y cuidador se llama Luigi Molon. Es él el hombre encargado de velar por la seguridad y el descanso tranquilo de los difuntos, un grupo que integran perros, gatos, conejos, palomas, patos, gorriones, loros, caballos, hámsters e incluso una leona, Greta.
El inmueble es descrito por la Agencia AFP como “una pequeña parcela que después de más de noventa años todavía sostiene bajo tierra los restos mascotas”. La misma agencia publicó una colección fotográfica sobre el lugar, en la cual destacan las originales criptas que diseñaron los dueños para sus mascotas.
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