Cuando Vikkie Kenward encontró a una cría de un cuervo en muy mal estado, lo primero que hizo fue llevarlo a su casa para cuidarlo y alimentarlo.

Este noble gesto no sólo caló hondo en sus familiares sino que en la propia ave, la que desde entonces -de manera increíble- siempre regresa y se posa sobre la cabeza de la mujer.

“Tiene la total libertad para volar e irse cuando quiera”, comentó Kenward, quien vive en Sussex Occidental, Inglaterra. “De todas formas, siempre regresa”, agregó al sitio de virales The Dodo refiriéndose a Fagin, nombre que le dio al animal.

Vikkie Kenward

Esto ha provocado que el cuervo se haya adaptado a un estilo de vida completamente diferente al que llevan los demás ejemplares de su especie, cambios con los que al parecer está bastante feliz. “Cuando paseo con mi perro en la calle, generalmente Fagin lo hace con nosotros”, aseveró la mujer.

“Obviamente se había caído de su nido, el que estaba demasiado alto, en un árbol de roble macizo.”, explicó Kenward, quien anteriormente ya tenía experiencia en la rehabilitación de aves.

Vikkie Kenward

La mujer aclara que decidió bautizar al cuervo como Fagin en honor al personaje de la novela Oliver Twist. “Hace sonidos demasiado graciosos, nunca he escuchado a otro cuervo hacer un ruido incluso ligeramente similar”, precisó.

Si bien en muchas ocasiones hemos escuchado historias de conmovedoras amistades entre humanos y animales, pocas veces se han dado casos como los de esta mujer.