Acá en territorio mapuche la vida está amenazada y los derechos humanos violentados. Es escalofriante la indolencia político comunicacional cuando de mapuche se trata. En Temuco, con una prisión preventiva de más de un año, este jueves 13 de septiembre el Lonko Alfredo Tralcal y los comuneros Benito Trangol, Ariel Trangol y Pablo Trangol cumplen 100 días en huelga de hambre, en un deteriorado estado de salud (Ver nota) ¿qué decir? ¡Newen pu peñi!

¿Y qué más? Un llamado al gobierno, a las fuerzas políticas, a las iglesias y movimientos sociales a cuidar la vida y resguardar los dd.hh. De nada sirven pedidos de perdón, Planes Araucanía, anuncios de campañas presidenciales en materia indígena, documentos pastorales o convocatorias grandilocuentes, si cuando está en juego la vida, todos callamos y miramos para el lado.

Los cuatro peñis no están en huelga de hambre para burlar la ley – como hacen las empresas que explotan y acaban con el territorio mapuche haciendo pagos “irregulares” a políticos o coludiéndose con otras empresas que también quieren explotar el territorio y las personas – sino para demostrar en un juicio justo su inocencia.

Como país somos testigos mudos de un juicio injusto, como tantos en la historia de los Primeros Pueblos, en particular del Pueblo Mapuche. Necesitamos urgentemente cambiar esta historia de errores y horrores. ¿Qué piden los comuneros para deponer la huelga? (1) Un juicio justo en un plazo razonable, (2) No a la aplicación de la ley 18.314 (Ley antiterrorista), (3) No a la utilización de testigos sin rostros, (4) fin de la prisión preventiva. ¿Parece una locura? Basta observar declaraciones de la ONU, CIDH, Amnistía internacional y INDH para notar que no se trata de locura, sino de dignidad y justicia (de verdad).

El año 2014 la Corte interamericana de Derechos Humanos falló contra el Estado chileno por violar el derecho a un juicio justo a comuneros mapuche juzgados y condenados bajo la ley antiterrorista (Ver: CIDH condena al Estado de Chile). En esa oportunidad la directora del INDH hizo ver que el fallo señala la necesidad de adecuar la legislación antiterrorista en relación a aspectos procesales como el uso de testigos protegidos y testigos con reserva, la necesidad de adecuar las prisiones preventivas que han sido usadas de manera abusiva en estos casos (Ver nota). El año 2016 el mismo INDH, volvió a insistir en que la Ley antiterrorista no permite un juicio justo (Ver: Instituto de DDHH: Aplicación de la Ley antiterrorista no garantiza un juicio justo). Por su parte, organismos internacionales como la ONU (Ver: Relator ONU: En Chile no se debe aplicar Ley Antiterrorista por conflicto mapuche) y Amnistía Internacional (Ver: Estándares de DDHH y el Pueblo Mapuche, p. 4) también se han sumado a las críticas sobre el uso de la ley antiterrorista contra mapuche.

Las condiciones para bajar la huelga de hambre por parte del Lonko Alfredo Tralcal y los comuneros Benito Trangol, Ariel Trangol y Pablo Trangol es casi una síntesis de las críticas realizadas por destacados organismos de defensa y promoción de los derechos humanos al Estado chileno por el modo de juzgar y condenar a los mapuche. Ya hay suficiente violencia e injusticias en este territorio (Ver: Hechos de violencia en La Araucanía y regiones aledañas) para continuar cargándolo. Construir la paz no será posible si el Estado no responde por la vida de estos cuatro comuneros, es decir, les permite un juicio justo.

Al fin y al cabo ¿Qué sentido y validez puede tener cualquier plan o consulta para mejorar las relaciones con el Pueblo Mapuche si estos cuatro hermanos fallecen por resistir lo que ha sido reiteradamente denunciado por diversos organismos de derechos humanos?

David Soto
Sacerdote Jesuita

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