En un comunicado emitido por el Vaticano en horas de esta mañana, el papa Francisco solicitó al arzobispo de Malta, Charles J. Scicluna, que se traslade a Chile con el objetivo de indagar las acusaciones contra el obispo de Osorno, Juan Barros.
En conversación con Podría Ser Otra Cosa, el vocero de la Conferencia Episcopal, Jaime Coiro, se refirió a la solicitud del Papa y aseguró que “este es un signo que demuestra que cuando estuvo el Papa por Chile, además de sus mensajes, tuvo también una actitud de escucha verdadera y de cercanía con la realidad y los desafíos de la sociedad chilena y de la iglesia”.
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En ese contexto, agregó que “es posible valorar su paso por Chile como una escucha, que se ha traducido también en esta disposición que él manifestó de regreso de Lima a Roma, donde dijo que tiene su corazón abierto para recibir nuevos antecedentes sobre la situación del obispo Juan Barros”.
Consultado por una renuncia de Barros al cargo, Coiro manifestó que “técnicamente no se inicia una investigación en contra de él, lo que se ha encargado al arzobispo Scicluna es que se traslade a Chile para que escuche a los que han manifestado voluntad de conocer elementos que poseen sobre él, y eso concluirá y en la conclusión se hace un informe y eso podría dar inicio a una investigación o no”.
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Sobre los posibles temas a tratar entre el arzobispo y dichas agrupaciones, el vocero explicó que “el obispo que viene es uno que hasta el momento trabaja en la Congregación para la Doctrina de la Fe. Ésta es una repartición del Vaticano que se dedica, entre otras tareas, a investigar y juzgar a clérigos de delitos más graves, delitos que tienen que ver con el sacramento eucaristía, menores y adultos que se equiparen a menores, éstos con capacidades diferentes”.
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