Tras el incendio que afectó al Hospital de La Florida durante la madrugada de este jueves, el alcalde de la comuna, Rodolfo Carter, se refirió críticamente a los hechos y a la gestión completa del recinto asistencial.

Los daños provocados por el fuego, que comenzó cerca de las 3:00 horas, ascenderían a más de 400 millones de pesos.

El edil no sólo se enfocó en el desastre recién ocurrido, sino que aseguró que el hospital de su comuna tiene una trágica historia de errores desde su gestación.

“Hay un relato de un hospital que por fuera es nuevo, pero que por dentro reproduce todas las viejas prácticas de mala calidad en la atención a la gente, de las cosas hechas a la rápida, las cosas hechas sin pensar”, aseguró el abogado.

Carter criticó fundamentalmente la peśima atención del servicio de guardias, de alimentación, de estacionamientos, la falta de una unidad de policontusos y la falta de un sistema de ventilación.

“Es como el puente Cau Cau, a quién se le ocurre hacer una cosa así”, sentenció.

“En Chile tenemos un diálogo de sordos de gente fanática. La izquierda fanática, que hoy día gobierna Chile, piensa que todo tiene que ser estatal y todo lo tiene que hacer el Estado. Entonces se comprometen a hacer 40 hospitales y no son capaces de hacer ni uno. Hoy día el mundo indica que hay que concesionar, pero no cualquier concesión. Ahí es donde aparecen los fanáticos de derecha que lo único que les importa es que sea barato”.

“A nadie le importa la salud de la gente, si la elite se atiende en otra parte”, afirmó molesto el alcalde.

¿Cuál es la solución?

“Esto demostró ser de una mediocridad en términos de ejecucion de licitación a nivel bíblico, pero tampoco creo que el hospital tenga que volver a manos del estado para que quede secuestrado por los sindicatos de salud que les importa solamente el próximo bono del próximo mes”.

A opinión de Carter hoy se necesita una nueva concesión, pero licitada con criterios a favor de la gente y no de las empresas.

Acusación personal

“Esto pasa fundamentalmente por un nombre, con firma y apellido, Antonio Infante Barros, el jefe del Servicio de Salud Suroriente, un personaje de nombramiento político del gobierno de la presidenta Bachelet, que ha funcionado siempre con criterios políticos”, finalizó.

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