A poco más de un año de haber asumido como ministro del Interior, Jorge Burgos, oficializó este miércoles su renuncia al cargo.

El reemplazante del exsecretario de Estado es otro militante de la Democracia Cristiana (DC) y también exministro de Defensa: Mario Fernández, quien se desempeñó como embajador de Chile en Austria y Uruguay.

Sobre esto y más conversó el periodista Mirko Macari en su tradicional columna en el Podría ser peor.

Macari indicó que la relación Bachelet-Burgos era tensa desde hace tiempo. “El ministro Burgos tenía las horas contadas desde el episodio aquel donde él presentó la renuncia que la presidenta no aceptó y que fue producto de no haber sido informado del viaje de la mandataria a La Araucanía”, precisó.

Explicó que el exsecretario de Estado no se preocupó de coordinarse con el Gobierno y que en muchas oportunidades dijo lo que mejor le parecía, una de esas fue cuando aseveró que no se sumaría a la tercera causal del proyecto de aborto.

“Es comentado que Burgos no sólo tenía una diferencia política sino que de estilo con Bachelet y su grupo. Esto era imposible porque el estilo de gobierno de la presidenta es personalista”, acotó.

Acotó que Bachelet se precipitó en la idea de cambiar a Burgos y que no obedece a un diseño estratégico. “Obedece simplemente al cambio de un fusible por razones personales”, manifestó.

“Por debajo hay una decisión que además se da en el marco de un momento donde la presidenta está conectada con sus emociones a la hora de hacer gobierno más que con diseños estratégicos previamente establecidos”, precisó.

Añadió que la querella contra Revista Qué Pasa prolonga a la mandataria en esta emoción base de “hasta aquí llegó con los periodistas y con Burgos que me irrita por sus salidas de libreto”, precisó.

Asimismo, explicó que el nuevo ministro Mario Fernández es un cambio importante sólo en su proximidad, amistad y complicidad con Michelle Bachelet.

“Fernández pertenece al riñón concertacionista igual que Burgos, sus lealtades dentro del partido están con la trenza de poder concertacionista de Gutenberg Martínez, no hay diferencias con Burgos”, dijo.

Y agregó que Bachelet no quiere coherencia política, sino que proximidad y confianza.

Finalmente, precisó que no hay obra del ministro del Interior como conductor político del gabinete. “Su tensión con la figura presidencial se transformó en noticia”, aseveró.

Escucha la entrevista completa realizada por Julio César Rodríguez en Podría ser peor: