En enero de esta año comenzó la crisis producto de los incendios forestales, que junto a las altas temperaturas, dejó millonarias pérdidas en tierras y un número importante de damnificados en la zona centro sur del país.

Hasta la fecha el problema continúa latente y la Corporación Nacional Forestal (Conaf) se encuentra alerta para la temporada de verano.

En ese sentido, la corporación mantiene diversas metodologías para combatir y prevenir los incendios forestales, que contemplan el uso de vehículos motorizados, sistema de detección aéreo y utilización de cámaras de vigilancia que permiten la transmisión de imágenes y señales.

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“Hay cámaras con sensores que utilizan elementos como el humo, otras que miden el calor, al pasar el fuego por el suelo detectan el calor“, dijo Alfredo Mascareño, jefe nacional del Departamento de Control de Incendios Forestales de Conaf.

Además, se agrega una detección terrestre fija basada en un observador desde estructuras metálicas o de madera, que una vez avistado el fuego, recopila la información sobre las características y el terreno.

Respecto a la detección aérea, Conaf oficializó en noviembre una alianza con la Fuerza Aérea de Chile (FACh) para optimizar el combate y control de los siniestros.

Lo anterior consiste en un trabajo conjunto, donde la FACh opera servicios por aire para luego enviar material audiovisual a Conaf sobre los sectores en los que se encuentra el incendio o donde se podría generar uno.

“La alianza fue a través del Ministerio del Interior y Seguridad Pública (Onemi), pero lo que hemos hecho es mejorar la relación con la Fuerza Aérea porque tienen muy buenas capacidades (…) Tienen capacidad nocturna y nos reportan imágenes y puntos de calor“, aseguró Mascareño.

Por lo mismo, detalló que la FACh cuenta con drones que pueden entregar información de los lugares anómalos. “Cuando se detecta algo nos avisan”, acotó.