Se cumplieron quince días desde que un grupo de aproximadamente 250 fiscalizadores del Ministerio de Transportes decidieran iniciar una paralización.

La medida fue adoptada en vísperas de Fiestas Patrias y puso en riesgo la revisión de los buses para dicho fin de semana largo. Sin embargo, la situación se ha mantenido puesto que hasta el momento los trabajadores exigen mejoras en sus condiciones laborales y mayor seguridad para los que se desempeñan en las calles.

Así lo señaló el dirigente del sindicato que se encuentra en huelga, José Alegría, quien además acusó persecución hacia algunos trabajadores y prácticas antisindicales.

Un grupo de trabajadores movilizados llegó hasta las afueras del Metro Salvador a una actividad con la ministra de Transportes, Paola Tapia, para intentar dialogar con ella y avanzar en sus negociaciones.

Pese al intento, la secretaria de Estado se fue del lugar sin cruzar palabras con los fiscalizadores. No obstante, aseguró que existen instancias para el diálogo.

La versión de la ministra fue desmentida por parte de los trabajadores, quienes aseguraron que han entregado al menos tres cartas a la titular de transportes, por lo que no descartaron continuar movilizándose, incluyendo manifestaciones en el propio ministerio.