La Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) culminó el proceso investigativo desarrollado a raíz de la rotura de la matriz de la red de agua potable de Avenida Providencia con Seminario, ocurrido el 9 de junio de 2016.

El proceso fue cerrado con la formulación de cargos a Aguas Andinas por la entrega de información manifiestamente errónea, pues la empresa informó antigüedades diferentes de la red en diversas oportunidades, datándola en 1905, 1931 y 1937, y por el incumplimiento de instrucciones previas de la SISS sobre la alerta oportuna de esta clase de eventos.

La investigación tomó poco más de un año, a la espera de la autorización judicial del testimonio de empleados de la empresa, que hasta la fecha, cuando ya su pertinencia es menor, no llega.

El evento causó hundimientos en la calzada norte de Providencia, la inundación del Metro y del Museo Tajamares y el corte del tránsito en el sector, pero no se formularon cargos por estos daños, porque la ley sanitaria actualmente vigente sólo sanciona infracciones vinculadas a deficiencias en el suministro de los servicios sanitarios y, en el caso, el de agua potable no dejó de ser provisto.

De todos modos, la SISS ha instruido a las empresas sanitarias evaluar los riesgos de las redes de conducción de agua potable, a fin de precaver la ocurrencia de este tipo de situaciones.

En tanto, el gerente de comunicaciones de Aguas Andinas, Christian Esquivel, sostuvo mediante un comunicado que la compañía fue notificada y hará sus descargos en el plazo dispuesto para ello.