La ministra de Educación, Adriana Delpiano, sostuvo que “no corresponden a la realidad” las críticas realizadas al proyecto de universidades del Estado.

Todavía no se inicia su discusión en el Congreso y el proyecto ya ha recibido una serie de críticas por parte de los rectores del G9, además de los estudiantes y funcionarios de la Universidad de Chile, quienes acusan que la iniciativa atenta en contra de la autonomía, la participación y precariza la condición laboral de los trabajadores.

El presidente de la Fech, Daniel Andrade, acusó que con la creación del Consejo Superior se afecta la toma de decisión interna.

La presidenta de los funcionarios de la Universidad de Chile, Myriam Barahona, en tanto, aseguró que el proyecto no hace más que precarizar la condición laboral de los funcionarios, excluyéndolos de la posibilidad de pasar a planta.

La ministra Adriana Delpiano refutó las críticas de ambos dirigentes de la Universidad de Chile e indicó que el proyecto mantiene las libertades para que las comunidades se puedan organizar y agregó que será resorte de cada plantel del Estado definir la forma de contrato de sus trabajadores.

Además, la secretaria de Estado respondió a las críticas de los rectores del G9, quienes han sostenido que la iniciativa opacará la relevancia del Cruch. Al respecto, la ministra Delpiano apuntó que en el proyecto no se obliga al sector público a trabajar con una u otra universidad.

Por último, el presidente de la Fech puso en duda que los montos que asignan para el fortalecimiento de las universidades del Estado sean suficientes, luego que se acordar un préstamo con el Banco Interamericano de Desarrollo por 150 mil millones de pesos, para las 18 instituciones y en un plazo de 10 años.