En una grieta de un edificio en calle El Conquistador, en la comuna de Maipú, vive un grupo de más de 300 murciélagos que todas las noches salen a cazar insectos, situación que tiene molestos y con miedo a los vecinos.
Así lo confirmaron a LUN los afectados, quienes señalaron que cuando llega la hora de salir meten un ruido similar a un cortocircuito y comienzan a chocar con las ventanas, incluso denunciando que algunos han entrado a las viviendas.
“La semana pasada se metió uno a la casa. Llegué de noche, como a las doce, y me encontré con un murciélago en la pieza“, aseguró Paula Sanchez, quien también les tiene miedo y se ve obligada a cerrar sus ventanas aunque no pueda ventilar la casa.
Sobre la especie que habita en Maipú, el biólogo de la Universidad Católica, Juan Luis Allendes, aseguró al medio que se trata de Taradira brasiliensis, insectívoro de cola libre que acostumbrar a vivir en construcciones humanas.
Sin embargo, su presencia no trae sólo consecuencias malas, pues también ayudarían al control de plagas de insectos dañinos a la agricultura, como los zancudos y polillas, pues son su base de alimentación y pueden llegar a comer hasta 600 mosquitos por hora.
Tanto esta como las trece especies de murciélagos están protegidas por la Ley de Caza, por lo que el experto recordó que “por ningún motivo hay que matarlos. La única forma de eliminar una colonia es que al menos un individuo resulte positivo en un examen de rabia realizado por el Instituto Nacional de Salud Pública”, explicó.
¿Cómo detectar la rabia en murciélagos?
Ante la presencia de estos quirópteros, el primer paso a seguir es contactarse con el departamento de Zoonosis de cada municipio, unidad encargada de la transmisión de enfermedades propias de los animales y quienes también coordinan reparo de daños en las construcciones.
Francisco de la Maza, de Fumigación Chile, aseguró al medio que la forma más precisa de detectar a un mirciélagos infectado es verlo deambular de día, pues es un animal de vida nocturna, y que tenga movimientos erráticos.
Ante esto, debe ser manipulado con guantes gruesos y guardado en algún recipiente tapado, para luego entregarlo al ISP quienes harán los exámenes necesarios para certificar la presencia de rabia, pero es probable que sea positivo.
Sin embargo, un estudio hecho por dicha institución reveló que desde 1985 a la actualidad los murciélagos infectados con rabia sólo alcanzan el 5% de los ejemplares capturados.
