Con el objetivo de terminar con la ilegalidad del sistema, y con las disputas entre taxistas y conductores de Uber y Cafiby, el Ejecutivo ingresó al parlamento el proyecto que busca regular el uso de las plataformas tecnológicas de transporte.

Una iniciativa que crea un marco regulatorio por sobre la prohibición de las aplicaciones, pero que hasta ahora no satisfacen a los principales actores.

Entre varias medidas, se busca limitar, y cobrar, por la cantidad de kilómetros que puede recorre un conductor. Esto, fue criticado por el gerente general de Cabify en Chile, Agustín Guilisasti.

El proyecto incluye un “fondo para la innovación del transporte remunerado de pasajeros”, que -según los críticos- en la práctica es un impuesto a las apps para mejorar las condiciones de los taxistas. El ministro de Transportes, Andrés Gómez–Lobo, respondió esa interpretación.

El decano de la escuela de gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez, Ignacio Briones, calificó la iniciativa como desastrosa y aseguró que no pueden impedirle a las personas usar bienes en pos de un beneficio propio.

Por su parte, el presidente de la Confederación Nacional de Taxis en Chile, Luis Reyes, dijo que todavía le falta mucho trabajo a la ley.

Una posición que comparte el RN y miembro de la Comisión de Transportes, Leopoldo Pérez, quien dijo que el proyecto tendrá retrasos por su nula claridad.

Luego de su ingreso al parlamento, la iniciativa que busca normar a estas aplicaciones será analizado por la Comisión de Transportes de la Cámara de Diputados.