Siguen las polémicas en torno al libro “100 preguntas sobre sexualidad adolescente“. Esta vez fue el turno de las comunidades evangélicas quienes presentaron un recurso de protección para evitar la distribución del manual en los colegios.

Este libro no educa, este libro pervierte” fue una de las frases de Judith Marín, coordinadora regional de Confamilia, para definir una de las razones por las que entregarán carta a la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá e interpondrán el recurso para que no sea distribuido en los establecimientos.

Además, el grupo de evangélicos señaló que el texto no cumple en ningún caso la función de educar, si no que muy por el contrario, es inductivo a la promiscuidad sexual.

Asimismo, emplazó a la Municipalidad, puesto que consideran que el municipio no está atendiendo las necesidades reales de los alumnos.