Dos trabajadores murieron luego de un derrumbe ocurrido durante la tarde del pasado lunes en una obra de construcción de la empresa Santolaya en Las Condes, hecho que además dejó tres heridos.

Aún en la sala de hospitalización de la Mutual de Seguridad, dos de los trabajadores entregaron detalles del cómo ocurrió el hecho.

Según publica Las Últimas Noticias, Juan Duarte, de 64 años y que toda su vida ha trabajado en la construcción, dijo que “todo se produjo de un momento a otro. Nosotros estábamos perfilando el terreno para que después los enfierradores instalaran los fierros”.

De pronto cedió una viga grande y antigua que se vino encima. Ese fue el primer derrumbe: la tierra se desparramó por todos lados. Yo quise arrancar pero no alcancé porque todo fue muy rápido“, añadió.

El trabajador señaló además que, en ese momento, “dos compañeros quedaron enterrados. Yo, a diferencia de ellos, quedé atrapado con la tierra hasta el cuello. Estuve ahí durante una hora. Después hubo un segundo derrumbe, en que me cayeron pedazos de cemento que estaban a siete metros de altura. La tierra y las piedras me cargaban el pecho y no podía respirar. Sentía un fuerte dolor en las piernas”.

Ahí me acordé de dios. Yo me he salvado de varias. Una vez me caí del tercer piso de un andamio. (…) Ahora, lo único que quiero es recuperarme y descansar, no creo que vuelva a trabajar en la construcción, quizás en una pega más liviana, porque en este país hay que trabajar hasta que uno es anciano”, sentenció.

Otro de los trabajadores -quien no quiso dar su nombre-, comentó cómo logró salvarle la vida a su compañero. “Como sea había que ayudarlo, De repente, me iluminé y me acordé de algo que nos enseñaron en la charla de seguridad de la ACHS. Así que atiné a poner encima una plancha de madera, de 1,20 metros de ancho y 2,40 de largo, para que atajara la tierra y las piedras en caso de un nuevo derrumbe. Funcionó como una especie de techo que impidiera que bajara la tierra”.

Estábamos a punto de sacarle la tierra cuando viene el segundo derrumbe y nos cae un bloque de cemento. Menos mal que pusimos la placa de madera, que de alguna manera hizo que el bloque resbalara y no nos aplastara. Sin esa placa, con el cemento y la tierra, Juan se entierra y hubiese sido la tercera víctima. Se enfrentó cara a cara con la muerte”, detalló.

Consultado por si esta situación se pudo haber evitado y cómo, el trabajador dijo que “se pudo haber evitado con una malla de gallinero. Esto evita que a uno le caiga una piedra grande o mucha tierra. Parece algo muy simple, pero hubiese evitado esta tragedia“.