Para el próximo 3 de agosto fue agendada la formalización de dos funcionarios de la Sección de Investigaciones Policiales (SIP) de Carabineros que balearon a una mujer que era víctima de un portonazo en Ñuñoa.

Se trata de Gabriel Díaz y Cristián Álvarez, quienes se encontraban en la intersección de calle Bremen con Pucará cuando Carmen Gloria Cabrera fue intimidada por delincuentes que intentaron quitarle su automóvil.

Los funcionarios de Carabineros, al intentan repeler el asalto, dispararon en contra de los sujetos hiriendo por error a Cabrera en una de sus piernas.

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El abogado de la víctima, Carlos Quezada, declaró a diario El Mercurio que “lo más grave “fue la la ejecución de disparos en contra de un vehículo que tenía su conductor en el interior, y directos al habitáculo del auto. Así las cosas, incluso su alguno de los presuntos asaltantes hubiese resultado herido, la acción por homicidio estaría igualmente vigente”.

Por otro lado, Cabrera aseguró a Las Últimas Noticias que producto de la lesión aún “hay cosas que no puedo hacer, que aún me duelen. Me dijeron que es posible que me duela toda la vida, pero ya no me afecta. Yo ya lo asimilé. Pudo haber sido peor“.

“Ha sido un proceso largo […] Tengo todo a mi favor, los testigos, las pruebas y sólo había que tener paciencia”, aseguró.