Prohibición absoluta de uso de leña en la Región Metropolitana, pretende imponer el nuevo plan de descontamianción en Santiago que entrará en vigencia el próximo año, por los altos niveles de polución que arroja esta práctica y ser responsable del 30% de los elementos contaminantes presentes en la cuenca de Santiago.

La medida será implementada en dos fases: la primera pondrá a prueba durante cinco años la prohibición en el Gran Santiago, y luego, se prohibirá también en el resto de las comunas de la región, tales como en Buin, Melipilla, Paine y Colina, según explicó el subsecretario de medioambiente, Marcelo Mena.

Una medida que llega tarde, según el coordinador de Acción Ecológica, Luis Mariano Rendón, quien aseguró que la prohibición total del uso de leña se propuso en el primer gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, quien habría desestimado incluirla en el plan de descontamianción de la época.

Medida que incluso las autoridades han reconocido que será muy difícil de fiscalizar. Según el académico de Ecología y Biodiversidad de la Universidad Andrés Bello, Cristóbal Galbán, sin la fiscalización debida, se pone en riesgo la prohibición.

En la actualidad, cinco fiscalizadores son los encargados de velar para que en 117 mil hogares en toda la Región Metropolitana no enciendan sus estufas a leña durante los días de smog en Santiago. El Estado destina, además, $145 millones al año a los ministerios involucrados en la fiscalización de emisiones contaminantes en la capital.