Desde el 2014 que la empresa Subus, el segundo mayor operador del Transantiago, arrastra un profundo déficit financiero. La empresa ha solicitado al Ministerio de Transportes un reajuste en la tarifa técnica de hasta 25%, para ayudar a palear en parte el problema económico.

A mediados de junio, la compañía inició su proceso de reorganización y liquidación de empresas, conocido antiguamente como la ley de quiebras, situación que la justicia acogió.

En ese sentido, el gerente general de Subus, Andrés Ocampo, en entrevista con el Diario Financiero, señaló que este problema “no es operacional, sino de plata” y un acuerdo con los acreedores, “depende de la señal que se les entregue” por parte del Ejecutivo.

“Deloitte determinó que a la compañía le faltan $25 mil millones anuales para alcanzar un equilibrio. Si le restamos los $5 mil millones de descuentos, nos faltaría unos $19 mil millones”, añadió, consultado por los descuentos que se le realiza a Subus, por estar en el último lugar del ranking de calidad de servicio.

Ante ello, Ocampo indicó que “tenemos una operación donde 85% de los cabezales -donde se inicia el servicio- están fuera de los terminales, están en la vía pública. Si tengo que poner un bus adicional, no llego por la congestión y no tengo donde poner buses de acopio, no hay como regular la frecuencia. Eso significa mayores costos y menos ingresos”.

Consultado por los dichos del ministro Andrés Gómez-Lobo, respecto a que las empresas conocían las fallas del sistema cuando firmaron los nuevos contratos en 2012, el directivo aseguro que “el plan de infraestructura 2011-2015 aún no está listo. Yo no tengo Gran Avenida, Independencia ni Recoleta, y de Santa Rosa me faltan casi 3 kilómetros de corredores, es un cuello de botella”.

“Había un plan sobre la mesa y decir que Subus es el que más infraestructura tiene, confunde, porque efectivamente tenemos, pero no están completos, y así, no sirven de nada. Las caídas de velocidad han sido gigantescas: un 10% en cuatro años y es porque hay cosas que no se hicieron”, aseguró.

Para Ocampo, otro de los factores del desequilibrio son de carácter social, como la evasión -que llega al 28%- y el vandalismo de buses, en donde, aseguró, el 70% de los gastos de mantención ($2.800 millones) son en esta materia.