Mañana sábado a partir de las 18 horas, el obispo de Santiago, Ricardo Ezzati, presidirá una misa de desagravio en la saqueada iglesia de la Gratitud Nacional, templo que fue atacado durante las manifestaciones realizadas la tarde de ayer jueves en la capital, información que fue difundida por Alberto Lorenzelli, provincial de los Salesianos en Chile.

Hay que recordar que el mismo Ezzati condenó estos hechos de violencia, pidiendo que “matemos el odio, antes de que el odio mate el alma de Chile” y afirmó que si hoy hay encapuchados destrozando y actuando con violencia, en gran parte es culpa del seno familiar en el que crecieron.

Pero esta no es la primera vez que debe salir a condenar hechos de violencia en dicha iglesia. Recordemos que en mayo de 2015, encapuchados también causaron destrozos en dichas dependencias, momento en el que el clérigo aseguró que con ello no sólo se atenta contra la religión, sino “hay una falta muy grave a lo que es la conciencia cultural de las raíces históricas de un país”.

Es así -como ya se dijo- que a solo dos días del ataque que dejó cuantiosos daños en la infraestructura del templo, junto a la destrucción casi total de un crucifijo, Ezzati llegará hasta la iglesia de la Gratitud Nacional para realizar la misa de desagravio.