La sede en Santiago de la Universidad Santo Tomás (UST), tras una votación que contó con el 62 por ciento de sus estudiantes, decidió sumarse a las movilizaciones que realizan los centros de estudios privados.

Al respecto, el presidente de la Federación de la UST, Kevin Sepúlveda, señaló que con esto se marca “un hito histórico en el contexto de las movilizaciones estudiantiles”.

En tanto, la secretaria de la FEUST, Alejandra Avendaño, remarcó que “no es casualidad que se estén movilizando universidades como la Santo Tomás o la UNAB, pues en ellas nos encontramos las y los estudiantes de menos recursos y que a la vez se endeudan por más de veinte años a través del CAE”.

Camila Rojas, vocera de la Confech, señaló que el hecho de que se movilicen estudiantes de planteles privados “es una señal de que la crisis de la educación de mercado se profundiza día a día”.

En la misma línea, la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad Diego Portales (FEDEP), Carolina Figueroa, aseguró que “la situación es aún más grave si al endeudamiento por el estudiar, que junto a los crímenes de lesa humanidad son los únicos que no prescriben, se le agrega el que la gran mayoría de los egresados no trabaja en lo que estudió”.

La UST fue una de las cuatro universidades que no estuvo dispuesta a eliminar cláusulas abusivas de sus contratos ante una demanda hecha por el Sernac (las otras fueron la San Sebastián, Mayor y Central).