La Federación de Pescadores Artesanales del Biobío (Fedepés) demandó del Gobierno políticas públicas y medidas que permitan enfrentar nuevas detecciones de marea roja, y así proteger a los pescadores de un profundo daño en su calidad de vida.

La organización se refirió al fenómeno que se presenta nuevamente en la zona sur del país, especialmente en la Isla de Chiloé, en localidades desde Quellón hasta Cucao, con pronóstico de altas temperaturas y condiciones climáticas que se mantendrían.

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Sara Garrido, vocera de Fedepés Bío Bío y secretaria nacional de Confederación de Pescadores Artesanales de Chile (Conapach), sostuvo que la situación es grave pues se limitó la extracción y venta de mariscos bivalvos debido a la alta presencia de la toxina.

Exigen que el gobierno tome cartas frente a un peligro ya recurrente en las costas chilenas.

Si bien en la región del Bío Bío no se ha presentado, no es un territorio libre de este tipo de toxinas marinas, considerando que el último episodio registró contaminación hasta la Región de Los Ríos, y fenómenos como el cambio climático pueden cambiar las condiciones y propiciar su expansión.

Sara Garrido dijo que el Estado debe estar preparado porque, en el caso de Bío Bío vivimos el terremoto y tsunami de 2010 que afectó a la pesca artesanal, y actualmente la región de Los Lagos está expuesta a sufrir un desastre igual de dañino.

La dirigente se preguntó si el Gobierno cuenta con los recursos para enfrentar la crisis social que está a las puertas de desatarse, producto de la marea roja que vuelve a golpear a los pescadores de la zona sur.