Casi el 40% de las heladerías que ha inspeccionado la Seremi de Salud en el Bío Bío presenta deficiencias. De ahí la importancia de las fiscalizaciones a la producción de helados que aumenta considerablemente su venta en la época estival.

De piña, chocolate, lúcuma o pistacho, en gustos no hay nada escrito. Lo que sí importa es la idoneidad sanitaria tanto de los helados como de su proceso de elaboración, lo que la Seremi de Salud ha estado monitoreando de forma permanente y con resultados preocupantes.

El jefe del Departamento de Acción Sanitaria, Hugo Rojas, en 73 fiscalizaciones realizadas durante 2017 y lo que va de 2018 en heladerías, 27 dieron origen a sumarios sanitarios.

¿Las principales deficiencias?

Casi el 40% de los locales inspeccionados requirió mejoras. Por ello, la intendenta subrogante, Andrea Muñoz, hizo un llamado a los elaboradores y vendedores.

Uno de los que cumplió cabalmente fue la Heladería del Café Rometsch, cuya dueña Astrid Reisseneger Rometsch, contó la preocupación permanente en el manejo de este producto.

Los helados se venden “como pan caliente” sobre todo cuando aumentan las temperaturas. De hecho, en verano, por día pueden llegar a vender entre 200 y 300 litros.

Lo importante es que siempre se compre en locales establecidos, ya que así estará asegurándose que se trata de espacios a los que la autoridad sanitaria ha puesto la lupa.