La Aduana de Talcahuano detectó una importación ilícita de turbinas eólicas destinadas a un proyecto situado en las cercanía de Lebu.

La empresa subvaloró los aparatos y finalmente debió cancelar 463 millones de pesos al Fisco.

En este caso, la aduana regional de Talcahuano sospechó de una subvaloración en 6 operaciones, confirmándose irregularidades en 4 de aquellas. El importador no declaró la totalidad de los valores, verificado al contrastar los montos de las facturas comerciales con lo declarado ante la Aduana.

Los cargos por derechos que el Estado dejó de percibir llegaron a 213 millones de pesos, lo que fue cancelado por la empresa investigada que, además, manifestó su intención de pagar los montos involucrados al acogerse a la figura de Renuncia a la Acción Penal, que autoriza a la Aduana a no formular denuncias o querellas por contrabando.

Se fijó este segundo monto en 250 millones, por lo que, en total, la empresa pagó al fisco 463 millones de pesos.

El director regional de la Aduana de Talcahuano, Claudio Cid, destacó esta forma de control, posterior a la fiscalización primaria.

La indagatoria obedece al Plan de Fiscalización a Posteriori de Valoración que aplica técnicas de auditorías y refuerza los equipos de auditores en todo el país, para concretar revisiones exhaustivas de los flujos de mercancías cuando éstas ya han concluido sus procesos de importación y están en condiciones de ser comercializadas o utilizadas.

Este tipo de investigaciones responden a las recomendaciones de la Organización Mundial de Aduanas y del Fondo Monetario Internacional.