La empresa de guardias de la Municipalidad de Hualpén notificó a la alcaldesa Katherine Torres la decisión de terminar por adelantado el contrato de seguridad suscrito el año pasado y válido hasta 2019. La situación, según concejales y abogados, podría obligar a la corporación edilicia al cobro de las boletas de garantía entregadas por la compañía.

Según un escrito ingresado por la representante de Pavel, Patricia Velásquez, la decisión de terminar el contrato se basa en la supuesta persecución que ha sufrido la empresa de parte de los concejales.

La denuncia es desconocida por la edil Wanda Riquelme, quien pidió a la Contraloría un pronunciamiento sobre la licitación del servicio de seguridad municipal, argumentando la estrecha relación de la alcaldesa Katherine Torres con la dueña de la compañía.

La resciliación del contrato debía hacerse efectiva a partir del 31 de diciembre pasado, pero la municipalidad logró que se pospusiera hasta el 28 de febrero, subrayando la concejala Riquelme que revocar un contrato vigente no es algo simple para el municipio.

Al respecto, el abogado Miguel Salgado explicó que rescindir unilateralmente un contrato no es posible y que mediante un acuerdo en este caso la municipalidad debe resguardar los posibles perjuicios a través del cobro de multas, o de hacer efectivas las boletas de garantía dejadas por la empresa.

Informalmente, desde la Unidad de Comunicaciones de Hualpén se aseguró que el 28 de febrero la compañía de guardias podría dejar de entregar el servicio de seguridad únicamente si es que tiene pagados los sueldos de sus empleados y las respectivas cotizaciones.