Buscando alegrar el viaje de los pasajeros y lograr que dejen por un instante sus preocupaciones son los deseos de Patricio Zúñiga, quien es conductor de la línea de taxibuses Las Bahías, que recorre varias partes del Gran Concepción.

Aunque durante estas festividades quizás es más fácil reconocerlo como el Viejito Pascuero que conduce su micro pese al calor y las bromas de sus colegas.

Hace 5 años que Zúñiga se disfraza del tradicional personaje por lo que desde junio inicia su transformación, dejándose la barba y encargando la confección del traje.

Según relató el propio conductor a BioBioChile busca telas livianas para evitar las altas temperaturas que se registran por estas fechas.

A lo largo de todo ese tiempo, prepara las “botitas de viejo pascuero” en las cuales introduce dulces y pequeños regalos.

Dichos presentes los reparte principalmente entre los menores de sectores como Los Copihues y Centinela, además de los que se suben al vehículo de pasajeros.

Niños perdidos

En cuanto a la recepción que tiene por parte de los usuarios, Patricio asegura que es positiva, especialmente entre los más pequeños.

Incluso, es tan grande el entusiamo que genera, que los más pequeños se van con él en la parte delantera de la máquina lo que le ha traído más de algún inconveniente.

En efecto, el año pasado algunos padres olvidaron a sus hijos en el bus, por lo cual tuvo que ir a dejar tres menores a una comisaría.

Deseos navideños

Aunque su deseo principal consiste en subir el ánimo a todos los pasajeros, que muchas veces se ven afectados por problemas econónimos, familiares o laborales.

“Ese es un poco el objetivo, borrar los problemas de la gente”, indicó.

Además, esta fecha despierta sentimientos especiales en Zúñiga debido a que en cierta manera logra algo que no pudo tener cuando pequeño. “Igual me caen mis lágrimas porque yo nunca tuve una navidad”, cuenta.

Otro de los propósitos que se siente satisfecho de lograr es destacar la imagen de los conductores frente a la sociedad.