El presunto autor de la muerte de los tres hermanos Meza Burgos, Francisco Vallejos Candia, de 26 años, fue formalizado por tres homicidios calificados y quedó en prisión preventiva decretándose seis meses para cerrar la investigación.

El fiscal, Juan Yáñez, expuso que el joven habría actuado de manera alevosa, porque, tras sostener un fuerte intercambio verbal con los jóvenes, que bebían alcohol en la vía pública.

Tras ello, habría ido el revólver calibre .38 milímetros para disparar al pecho primero a Moisés, de 21 años; luego a Jorge, de 29 y finalmente, y en dos ocasiones; a David, de 27.

Todos los disparos habrían sido a menos de un metro de distancia.

La fiscalía aseguró que cada crimen es un homicidio calificado que supone una pena en abstracto de 15 años y un día de privación de libertad, por cada muerte.

Esto, puesto que los antecedentes por robo con violencia del año 2010 impiden al imputado optar a eventuales beneficios.

La defensora, Marcia Soto, expuso que el imputado sorprendió a los hermanos entrando a robar a su casa, que los persiguió y cuando ellos pretendían darle muerte con el arma, se las quitó.

Una de las hermanas de los asesinados desestimó por completo la versión del asesino.

El hermano mayor de los fallecidos, en tanto, fue más allá y aseguró que el detenido vendía droga, que se quiso pelear con un amigo de sus hermanos, y que el arma usada se la entregó el proveedor de la droga, en un jeep.

El mismo en que habrían trasladado los cuerpos hasta el frontis del hospital de Lota.

Un testigo clave, la persona con quién se peleó el homicida, fue ubicado y su versión sería determinante.

El implicado, en tanto, cumplirá la prisión preventiva en el penal Bío Bío de Concepción, por las amenazas de muerte que recibió en el penal de Coronel.