Tiene 13 años e integra una banda dedicada al robo de vehículos. Apenas un día después de escapar del centro Cread Nuevo Amanecer del Sename de Concepción, fue nuevamente detenido, esta vez por Carabineros de Coronel, quienes lo capturaron junto a otras dos personas -de 18 y 21 años- cuando escapaban en un automóvil robado con el que intentaron atropellar a los efectivos policiales.

El caso tiene superada a la institucionalidad, ya que cada vez que el menor es aprehendido es derivado a un centro del Sename, pero escapa y vuelve a delinquir.

En el último hecho delictual en que se vio involucrado, él y otros dos sospechosos abandonaron un Mazda 323 -sustraído en San Pedro de la Paz- en la población Frank Mardones de Coronel, abordando un segundo móvil -Subaru Outback- con el que intentaron atropellar a los uniformados, quienes usaron sus armas de servicio, comentó el capitán Luis Ayala.

Ayala agregó que el conductor del vehículo robado era el niño, quien registra domicilio en San Pedro de La Costa. Eso sí, fue cauto sobre la posibilidad de que él sea el lider de la banda, lo que de momento es “materia de investigación por parte del Ministerio Público”.

El menor ha vivido una dura historia, ya que sus padres también poseen antecedentes policiales (como varias personas de su entorno), por lo que ha cursado apenas hasta tercero básico, dedicando su vida plenamente a este tipo de delito e incluso al consumo ocasional de drogas.

La situación ha llegado a tal punto que cuando es arrestado ningún adulto se hace responsable para sacarlo de la comisaría, por lo que el tribunal de familia lo deriva al centro del sector Chillancito, cuya directora, Sandra Sáez, explicó que no opera como una cárcel que retenga a los menores, manifestando que “estamos llamados a rescatar en él todo lo posible y reparar en él todo lo necesario”.

Debido a lo anterior buscan rescatarlo, pese a que el menor -si quiere- se fuga como hace normalmente, existiendo incluso la posibilidad que hasta sea usado por delincuentes por su carácter de inimputable.

El grave caso, agregó Sáez, requiere de más de un área de la institucionalidad, apuntando que “hemos pedido en varias ocasiones que el niño sea ingresado a psiquiatría infantil”, con el objetivo que sea bien evaluado.

Se destinará un profesional permanente para que el niño no decida escapar, mientras se analiza qué hacer con él y así terminar con su “carrera” delictiva.